La ONU teme una espiral de "violencia catastrófica" en Mali. Sin decirlo con estas palabras, tiene miedo a una iraquización del conflicto. A pesar de la liberación de la ciudad de Gao por las tropas malienses y francesas, grupos islamistas han conseguido infiltrarse en ella para combatir a los "infieles" con ataques y atentados.
El viernes y el sábado de la semana pasada hubo los dos primeros atentados suicidas de la historia de Malí, así como combates en la calle entre yihadistas y soldados franceses y gubernamentales. Estos grupos islamistas habrían recibido el apoyo de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), con base en Yemen, que ha calificado la operación militar francesa de "cruzada contra el islam" y "declaración de guerra contra los musulmanes". AQPA ha hecho un llamamiento a la solidaridad islámica diciendo que "apoyar a los musulmanes de Malí es un deber para todo musulmán en condiciones de hacerlo" y precisando que todo buen musulmán debe sostener "con su vida o financieramente" la guerra santa.
Los habitantes de Gao tienen miedo y procuran no salir de casa. El mercado principal de la ciudad está prácticamente desierto y ha tenido que ser desminado por especialistas franceses. La mayoría de tiendas están cerradas. Los soldados malienses y franceses patrullan constantemente por las calles. No hay día que no haya incidentes o que se encuentren escondites con munición y explosivos.
El lunes, un helicóptero francés bombardeó el edificio de la comisaría principal -que había sido la sede de la "policía islámica" durante la ocupación de la ciudad por yihadistas en 2012- donde se había atrincherado un grupo de islamistas. Según testigos presenciales, un kamikaze se habría inmolado en el interior de la comisaría.
Los temores a una iraquización de Mali no son irracionales. De la misma manera que Osama bin Laden creyó que el derrocamiento de Saddam Hussein por Estados Unidos convertía Irak en el primer frente de la yihad universal, sus herederos intentarán hacer lo mismo ahora con la intervención militar francesa en Mali.
La situación no es la misma, Osama bin Laden está muerto, pero los mujaidines siguen muy motivados y disponen de armas y munición en abundancia, en gran parte proveniente de Libia. Pueden hacer mucho daño y Francia no está en condiciones económicas de ampliar una operación militar que puede durar años.
Si se da esta situación, el mundo podría añorar a Bush.
