Por qué probablemente el ateísmo reemplazará a la religión
Profetizar el fin de la religión parece algo bastante audaz, habida cuenta de que otras expectativas similares se han visto notoriamente incumplidas en el pasado. El cristianismo no terminó en el siglo XIX, como pronosticó Voltaire, Nietzshe no mató realmente a Dios, y el socialismo nunca consiguió erradicar el “opio del pueblo”. Nigel Barber, también autor del blog The human beast, propone en este libro otro punto de vista sobre el fin de la religión centrado mucho más en los hechos, y en particular los hechos socioeconómicos.
Aunque la increencia es hoy mismo una fuerza demográfica global, la mayoría del mundo sigue siendo religioso. Pero según Barber, a medida que una mayoría de países graviten hacia las democracias de tipo europeo y escalen puestos en los índices del desarrollo humano, la secularización y el ateísmo avanzarán inevitablemente hasta sobrepasar a la religión. Para mediados de este siglo la mayoría del planeta habrá dejado de profesar su tradicional creencia en Dios.