Adiós a Nihil Obstat | Hola a The Catalán Analyst





Después de 13 años de escribir en este blog prácticamente sin interrupción, hoy lo doy por clausurado. Esto no quiere decir que me haya jubilado de la red, sino que he pasado el relevo a otro blog que sigue la misma línea de Nihil Obstat. Se trata del blog The Catalán Analyst y de la cuenta de Twitter del mismo nombre: @CatalanAnalyst . Os los recomiendo.



Muchas gracias a todos por haberme seguido con tanta fidelidad durante todos estos años.


domingo, 19 de julio de 2015

Un vídeo realizado en un instituto de Murcia que reivindica la cultura clásica triunfa en Grecia


No sólo es bueno que un centro de enseñanza de este país realice un vídeo como éste sino que éste triunfe en Grecia. Porqué, si bien nadie duda de que Grecia fue la patria de la civilización clásica y una fuente importante de la civilización occidental, desde hace mucho parece haberse situado al margen de la misma.

Mucho antes de la actual crisis, en 1996, Samuel Huntington escribía en su famoso libro "El choque de civilizaciones" que Grecia "nunca ha sido un miembro cómodo ni de la UE ni de la OTAN, y ha tenido dificultades para adaptarse a los principios y costumbres de ambas. Desde mediados de los años sesenta a mediados de los setenta fue gobernada por una junta militar, y no pudo entrar en la Comunidad Europea hasta que se convirtió en democracia. A menudo parece que sus líderes se toman un interés particular en desviarse de las normas occidentales y en enemistarse con los gobiernos de Occidente. Era más pobre que los demás miembros de la Comunidad y de la OTAN y a menudo seguía directrices económicas que parecían incumplir los criterios vigentes en Bruselas. Su conducta como presidente del Consejo de la UE en 1994 exasperó a otros miembros, y hay funcionarios europeooccidentales que, en privado, califican su ingreso de error."

"En el mundo de posguerra fría, las directrices de Grecia se han desviado cada vez más de las de Occidente. Su bloqueo de Macedonia fue objeto de la enérgica oposición de los gobiernos occidentales y acabó con el intento por parte de la Comisión Europea de conseguir una sentencia condenatoria del Tribunal de Justicia. Con respecto a los conflictos en la antigua Yugoslavia, Grecia se distanció de los criterios seguidos por las principales potencias occidentales, apoyó activamente a los serbios y violó descaradamente las sanciones que la ONU les había impuesto. Tras el fin de la Unión Soviética y de la amenaza comunista, Grecia tiene intereses comunes con Rusia en su oposición al enemigo de ambas, Turquía. Ha permitido a Rusia disponer de una presencia importante en el sector griego de Chipre y, debido a «su común religión ortodoxa oriental», los grecochipriotas han dado la bienvenida a la isla tanto a rusos como a serbios. En 1995, funcionaban en Chipre unos 2.000 negocios de propiedad rusa; se publicaban allí periódicos rusos y serbocroatas; y el gobierno grecochipriota estaba adquiriendo abundante material armamentístico a Rusia. Además, Grecia estudió con Rusia la posibilidad de traer petróleo desde el Cáucaso y Asia Central hasta el Mediterráneo a través de un oleoducto grecobúlgaro que evitara pasar por Turquía y otros países musulmanes. En conjunto, la política exterior griega ha adoptado una orientación marcadamente ortodoxa. Sin duda, Grecia seguirá siendo miembro formal de la OTAN y de la Unión Europea. Pero, sin duda también, a medida que el proceso de reconfiguración cultural se intensifique, estas pertenencias se irán haciendo menos sólidas, menos significativas y más difíciles para las partes implicadas. El adversario de la Unión Soviética durante la guerra fría está transformándose en el aliado de Rusia del período de posguerra fría."

viernes, 10 de julio de 2015

Del referéndum o de porqué nuestros sistemas políticos no necesitan más democracia sino menos


Sólo cinco días han bastado para demostrar una vez más que el referéndum, también llamado democracia directa, no sólo no es la máxima expresión de la democracia sino, casi siempre, la negación de la misma. El referéndum, por su propia naturaleza, es una negación de la política. Es un acto de fuerza en el que la mayoría no sólo se impone a la minoría sino que la aniquila.

En California saben mucho de ello. A base de referéndums, en los que mayorías circunstanciales han impuesto políticas concretas, se ha vaciado de contenido a los gobiernos representativos que se encuentran atados de pies y manos para poder implementar muchas de las políticas para los que han sido elegidos. En su libro “El futuro de la Libertad”, Fareed Zakaria explica que los distintos referendos sobre materia fiscal y presupuestaria celebrados en California desde la década de los ochenta, que establecieron destinos y porcentajes fijos para el gasto público, además de señalar unos máximos contributivos, han maniatado por completo al gobierno del Estado, incapaz de toda acción propiamente política.

La naturaleza totalitaria de los referéndums ha gustado siempre a dictadores y oportunistas, que los utilizan en beneficio propio cuándo les conviene y los ignoran cuándo les perjudica (ver Tsipras y el referéndum griego). Por el contrario, la democracia liberal, que es la única democracia realmente existente, se fundamenta no tanto en la aritmética electoral cómo en la garantía de los derechos y libertades de todos los ciudadanos y en la limitación del poder político. La democracia liberal no es la imposición de la mayoría sobre la minoría sino la delegación de la autoridad en las instituciones a través de los representantes electos, a quienes los ciudadanos controlan mediante el voto y la formación de la opinión pública.

Todos los que claman por profundizar en la democracia a través de la llamada democracia directa o participativa no son demócratas liberales i/o representativos. Creen en otro concepto o modelo de democracia, de la misma manera que los fascistas publicitaban la democracia orgánica o corporativa y los comunistas la democracia popular. Pero a diferencia de fascistas y comunistas que rechazaban la democracia liberal y hacían de ello una bandera, populistas y nacionalistas se presentan hipócritamente como más demócratas que nadie. Sin embargo, la duración de su interés por la democracia liberal suele estar en relación directa con lo que dura la obtención de la mayoría. Una mayoría irreversible que les sirva para proclamar un nuevo estado, sin derecho de reversión, o para imponer la dictadura del proletariado o sucedáneos bolivarianos sin billete de vuelta.

No. La finalidad de la democracia liberal no es facilitar la elección de nuestros dictadores sino la de garantizar la libertad y los derechos de todos los ciudadanos. Cómo apunta Zakaria, nuestros sistemas políticos, para tener buena salud política, no necesitan más democracia, sino menos.

Tsipras, el ilusionista: OXI (No) quiere decir NAI (Sí)

El primer ministro griego ha presentado a la UE, con algunos cambios, la misma propuesta de acuerdo que le pidió a la gente que rechazara en el referéndum del domingo pasado. Los griegos le hicieron caso y votaron OXI (NO), pero ahora, cinco días después, Tsipras aboga por el NAI (SI). Esa pirueta es difícil de vender y casi seguro que dividirá a la coalición Syriza, por lo que Tsipras probablemente tendrá que formar una nueva coalición, formal o informal, con la oposición o convocar elecciones.

Tsipras puede tratar de engañar a la gente haciéndole creer que habrá una quita de la deuda, pero eso no figura en el acuerdo de gobierno ni en la nueva propuesta oficial presentada a la UE. Sin embargo, si está contenida en el preámbulo que explica la propuesta que se ha enviado al Parlamento griego. Es de suponer que los parlamentarios no son tontos y detectaran el doble juego.

Para facilitar a Tsipras su juego de manos, la zona euro podría insinuar la predisposición a alguna forma de alivio de la deuda si Grecia cumple con sus promesas. Pero eso sería para más adelante.

Documento oficial de la propuesta griega en pdf

jueves, 9 de julio de 2015

Dawkins y el dogmatismo científico intolerante



Richard Dawkins es uno de los más brillantes científicos de la actualidad (etólogo, zoólogo, teórico evolutivo y divulgador científico) que se hizo mundialmente famoso con su libro "El gen egoísta" (1977) en el que popularizó la visión evolutiva enfocada en los genes. Pero también es un ser humano y, como tal, yerra y mete la pata, especialmente en su faceta de activista político.

Ahora la ha tomado con el nuevo ministro de ciencia de Dinamarca, Esben Lunde Larsen, porqué, al parecer, no sólo es creyente sino que de algunas de sus respuestas en una entrevista periodística se desprende la sospecha que es un creacionista. Y sólo por ello es denunciado públicamente y exhibido en la picota de la posmodernidad: el muro de Facebook de la Richard Dawkins Foundation for Reason and Science.

Juzgar a esta persona antes de saber como va a ejercer su cargo es un prejuicio y una discriminación indigna. Cuándo los hechos demuestren que ha perjudicado a la investigación científica de su país a causa de su credo religioso será el momento de presentar todas las denuncias y recriminaciones que se quieran. Pero hacerlo antes, sin que medie ninguna acción, es una vileza que roza el delito. Igual que ante un tribunal de la Inquisición, el mismísimo Dawkins se atreve a denunciar a Lunde no por sus actos sino por sus creencias.

Quisiera recordar aquí que muchos de los grandes científicos de la historia fueron creyentes y que eso no sólo no les impidió realizar su labor investigadora sino que supieron deslindar su fe de su razón, desarrollando el método científico. Paradójicamente, ahora, en un época en que la gran mayoría de científicos no son creyentes, la fe, la fe política e ideológica, no sólo no se deslinda de la razón científica sino que a veces se impone a la misma generando dogmas intolerantes.

El ejemplo más paradigmático y paranoico de ello es lo que ocurre con el cambio climático. Cientos de científicos-activistas militantes no sólo ridiculizan a los que sostienen hipótesis distintas sobre las causas o la gravedad del calentamiento globlal sino que los califican de 'negacionistas' y ejercen una enorme presión para impedir sus publicaciones.

Esta situación ha sido denunciada recientemente por el también famoso divulgador científico Matt Ridley en éste largo artículo de lectura obligada y del que extraigo estos párrafos, traducidos en Google:
...grandes multinacionales verdes, con presupuestos de cientos de millones de dólares, ahora se han infiltrado sistemáticamente en la ciencia, así como en la industria y los medios de comunicación, con el resultado de que muchos científicos de alto perfil del clima y los periodistas que lo cubren se han convertido en animadoras de un solo bando mientras que un escuadrón de la muerte de bloggers cada vez más feroces vigila el debate para asegurar que cualquier persona que se pase de la raya sea castigada. Insisten en hacer desaparecer toda mención a la herejía de que el cambio climático podría no ser letalmente peligroso.
La ciencia del clima de hoy, como Ian Plimer señala en su capítulo de los hechos , se basa en una "conclusión pre-concebida, en la que enormes cuerpos de pruebas se ignoran y los procedimientos analíticos son tratados como evidencia". Los fondos económicos no están disponibles para investigar teorías alternativas. Los que expresan incluso las más leves dudas sobre el cambio climático peligroso están condenados al ostracismo, acusados de estar a sueldo de los intereses de los combustibles fósiles o famélicos de financiación; por el contrario, los que toman el dinero de los grupos verdes de presión y hacen declaraciones tremendamente exageradas obtienen una lluvia de premios y son tratados por los medios de comunicación como neutrales.
La ciencia necesita de la 'auto-correccción', es decir, de la negación y la crítica de las hipótesis para avanzar. Sin embargo, esa regla de oro no sólo parece olvidada sino conscientemente enterrada. El ejemplo de la Royal Society es esclarecedor. Durante décadas hizo suyo el lema "nullius in verba", es decir, no dar su opinión, como cuerpo, sobre cualquier asunto. Pero desde mediados de la segunda mitad del siglo XX cambió de criterio. Ahora, como el Vaticano, se pronuncia a favor de los catecismos que hay que creer. Thomas Henry Huxley dijo que el conocimiento científico se niega absolutamente a reconocer a la autoridad como tal. Que el escepticismo es el más alto de los deberes, mientras que el dogma y la fe ciega son el único pecado imperdonable. Richard Feynman, citado por Ridley, fue aún más contundente: "La ciencia es la creencia en la ignorancia de los expertos".

El problema, el gran problema, es que esta ciencia dogmática suele imponer costes a la gente real en el presente por el bien abstracto de las personas en el futuro. Este planteamiento, como dice Pablo Malo, "se parece peligrosamente a las actuaciones de regímenes del siglo pasado como el nazismo o el socialismo soviético que causaron la muerte de millones de personas, siempre por un futuro mejor".

miércoles, 8 de julio de 2015

GRECIA PRESENTA UNA SOLICITUD DE RESCATE QUE PARECE UNA DEFINITIVA BAJADA DE PANTALONES

Aprovechando que la atención mediática está focalizada en el debate del Parlamento Europeo sobre Grecia, el nuevo ministro de finanzas heleno ha presentado discretamente una solicitud formal para un nuevo paquete de ayuda en un intento de evitar quedar fuera de la zona euro.

Tsakalotos ha pedido un programa de rescate de tres años a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad. La propuesta no está cuantificada pero podría oscilar entre los 50 mil y los 70 mil millones de euros. A cambio, Grecia se compromete a:

"Un amplio conjunto de reformas y medidas a implementar en las áreas de sostenibilidad fiscal, estabilidad financiera y crecimiento económico a largo plazo."

Es importante destacar que Tsakalotos ha dicho que Grecia está dispuesta a implementar medidas "inmediatamente", a partir de la próxima semana.

Eso incluiría "medidas de reforma relacionadas con los impuestos" y "medidas  relacionadas con las pensiones", dos de las líneas rojas que el gobierno de Tsipras no quería rebasar.

Tsakalotos ha prometido también concretar estas propuestas el jueves con "una agenda de reforma integral y específica", que pueda ser evaluada por el FMI, el BCE y la Comisión Europea.

Parece evidente que Tsipras ha comprendido que esta vez la UE no parece dispuesta a ceder y ha rebajado sus planteamientos. En otras palabras, que Tsipras se habría bajado los pantalones. Pero el lunes de la semana pasada también parecía que el griego había cedido y luego se armó la que se armó. Habrá, pues, que esperar a ver lo que dice la letra pequeña y a lo que pase entre hoy y el domingo para saber como acaba finalmente esta historia.

Si realmente el gobierno de Syriza ha cedido, los griegos no pueden sentirse más que manipulados por un referéndum cuyo resultado sus convocantes y ganadores han traicionado tan sólo tres días después de su celebración.

lunes, 6 de julio de 2015

Grecia y Alemania están de acuerdo: la respuesta es no

Grecia, por una clara mayoría, ha rechazado la ayuda que los países de la eurozona le habían ofrecido. Es un decisión trágica para los griegos, pero es la que ellos han tomado. Y es trágica porqué la UE no cambiará substancialmente su posición negociadora y el gobierno de Tsipras, que ha quedado atado de pies y manos por el resultado del referéndum, no podrá aceptar un simple retoque en las condiciones de los acreedores, con lo que a Grecia no le quedará otra salida que volver al dracma -es decir, al hundimiento de la economía del país, la bancarrota de los bancos y el empobrecimiento tercermundista de las familias- mientras Siryza disimula su incompetencia como heroísmo.

O Tsipras traiciona al referéndum o la próxima ayuda europea a Grecia se convertirá en pura y simple ayuda humanitaria (arroz, trigo, quizá petróleo...) como ha dicho el presidente del Parlamento europeo, el socialdemócrata Martin Schulz: Europa debe preparase para ofrecer "ayuda humanitaria" a Grecia para que la gente "no pague el precio" de adónde les ha llevado su Gobierno. Por una vez, Grecia y Alemania están de acuerdo: la respuesta es no.

La UE no aceptará cambios substanciales en las condiciones a Grecia por diversas razones.

La primera, porque los países de la eurozona no pueden decirle ahora a sus opiniones públicas lo contrario de lo han sostenido durante los últimos años sin arriesgarse a recibir un severo castigo político. Nadie entendería que el referéndum de un país pueda decidir por todos los demás. Además, sentaría un precedente de trato desigual con otros países rescatados que podrían exigir ser tratados como Grecia.

La segunda, porque de alguna manera ya se ha asimilado que la salida de Grecia del euro, por dolorosa y escandalosa que parezca, no dará al traste con el proyecto europeo. Al fin y al cabo, Grecia sólo representa el 1,64% del PIB europeo.

Y la tercera y última razón, pero no por ello la menos importante, porque si Europa cede ante Grecia regala una victoria, tal vez irreversible, a sus enemigos: ese magma en ascenso de fuerzas centrífugas, euroescépticas y eurófobas que va des de la extrema derecha a la extrema izquierda pasando por toda clase de nacionalismos, independentismos y populismos.




Marine Le Pen o Nigel Farage ayer aplaudieron a rabiar la victoria del NO en el referéndum griego y felicitaron a Tsipras, y se felicitaron asimismos, por este golpe a la construcción europea. Mientras, en la plaza Sintagma entonaban la siniestra Internacional.


viernes, 3 de julio de 2015

La publicidad fascistoide del NO en el referéndum griego


Observése cómo el anuncio del 'NO' para el referéndum del domingo en Grecia insiste en la palabra "ellos". Ellos y nosotros, una terminología guerracivilista propia del discurso nacionalista-populista y fascistoide. Todo se reduce a eso. O nosotros, los defensores de la patria humillada, o ellos, el enemigo externo con sus aliados interiores: los traidores al pueblo y a la nación. ¡Qué vergüenza!


miércoles, 1 de julio de 2015

Grecia, el Estado jeta y sus palanganeros

Existe la creencia, especialmente en España, que la banca y el capital financiero están exprimiendo a Grecia para sacarle hasta la última gota de sangre a los pobres, como en una novela de Víctor Hugo o de Dickens. Sin embargo eso es, lisa y llanamente, falso.

1/ Grecia debe 320.000 millones de euros (el 180% de su PIB). Pero no lo debe a bancos usureros o a malvados capitalistas financieros, sino a los Estados europeos y a instituciones internacionales que se los prestaron para evitar su bancarrota. En concreto, el 80% de ese pastón Grecia lo debe a la UE, al BCE y al FMI y sólo el 20% restante a inversores privados.

2/ Después del fiasco del primer plan de rescate de Grecia en 2010, los gobiernos europeos se resignaron a la evidencia de que ni Grecia -ni nadie en su caso- nunca podría pagar el principal más los intereses de su deuda soberana. Por ello, en el segundo rescate, en 2012, se estableció que Grecia no pagaría el principal de la deuda a la Troika hasta dentro de 30 años -que en la práctica es como decir nunca- y que mientras tanto sólo pagaría los intereses a un bajísimo 1,5%. (2,5% de media).

3/ Además, y muy especialmente, el segundo plan de rescate aprobó una quita superior al 53% del total de la deuda contraída por Atenas con los inversores privados (banca, compañías aseguradoras y fondos de pensiones). En total, entre el dinero prestado y la pérdida de intereses, los acreedores privados -sobre todo la banca alemana y francesa- perdieron 150.000 millones, el 75 % de lo que habían prestado. !Éste ha sido el gran negocio que la banca y el sector financiero privado ha hecho con Grecia¡ Sin embargo, Merkel es una nazi.

4/ ¿Pero por qué debe tanto Grecia? Pues porque ha tenido déficits públicos continuos y descontrolados. Antes del primer rescate en 2010, la deuda en Grecia era de 300.000 millones de euros, o el 130% del PIB; el déficit de 36.000 millones de euros, o 15,5 del PIB, mientras que el endeudamiento aumentaba en un 12% al año. En esta situación, la austeridad era inevitable y no el resultado de alguna opción política exterior impuesta a Grecia, según el Director del Departamento de Estudios del Fondo Monetario Internacional, Olivier Blanchard.
Si se hubiera dejado a Grecia por su cuenta, el país sencillamente no habría podido obtener préstamos. Dado que las necesidades de financiamiento bruto equivalían a 20%–25% del PIB, Grecia tendría que haber recortado su déficit presupuestario en esa misma cantidad. Incluso si hubiera suspendido por completo el pago de su deuda, con un déficit primario de más de 10% del PIB, el país tendría que haber reducido su déficit presupuestario en un 10% del PIB de la noche a la mañana. Esto habría provocado ajustes mucho más profundos y habría tenido un costo social mucho más alto que con los programas, los cuales le concedían a Grecia más de cinco años para lograr un saldo primario.

Incluso si la deuda existente se hubiera eliminado por completo, el déficit primario, que era muy abultado al comienzo del programa, tendría que haberse reducido. La austeridad fiscal no era una opción, era una necesidad. Sencillamente no había más alternativa que recortar el gasto y subir los impuestos. La reducción del déficit fue grande porque el déficit inicial era grande. “Menos austeridad fiscal”, es decir, un ajuste fiscal más lento, habría requerido incluso más financiamiento y reestructuración de la deuda, y los acreedores oficiales se enfrentaban a un límite político respecto a lo que podían pedir que contribuyeran sus propios ciudadanos.
Cuando el PASOK recuperó el poder en 2009 desveló que las cifras de déficit y deuda de los años anteriores habían sido maquilladas y eran muy superiores a las publicadas: se decía que el déficit era del 3,7% cuando, como hemos visto, en realidad superaba el 15% del PIB. Es decir, que en lugar de tener un agujero de 7.000 millones como decían el agujero era de 36.000 millones, cinco veces más. Un poco más tarde se supo que la falsificación de datos de las cuentas públicas se remontaba, como mínimo, a antes de la entrada de Grecia en el euro. El continuo y desbocado aumento del gasto público disparó la deuda griega que pasó antes de la crisis del 250% de los ingresos públicos a superar el 400% en el año 2011.

5/ Esos déficits continuos y descontrolados se deben a un gasto público desorbitado y creciente y a una fiscalidad anémica por los privilegios y el fraude. Vean algunos ejemplos:

  • Grecia no tiene catastro oficial. El Estado no tiene el control de su territorio, no sabe quienes son los propietarios y, por tanto, es incapaz de formar esta estadística clave. “… Inexistencia de un sistema de cálculo fiscal a partir del valor de mercado …valoración a partir de la declaración del propietario y estimada por un inspector que cobra bajo mano… el Estado griego no conoce la extensión de sus propiedades y derechos… los planos topográficos siempre que son emitidos con las parcelas, rara vez están de acuerdo los vecino… el sistema no permite identificar al propietario de una propiedad concreta, dañando seriamente la seguridad jurídica que el propio registro otorga, sin garantizar las transmisiones inmobiliarias.”
  • Un millón de funcionarios en un país de 11 millones de habitantes. 
  • Sueldos desorbitados de los funcionarios (65.000 euros de sueldo medio en la Renfe griega). 
  • Fraude en el cobro de pensiones (pensionistas muertos que siguen cobrando, pensiones de invalidez obtenidas por soborno).
  • Jubilaciones a los 50 y 55 años en muchas profesiones y en general a los 60. Precisamente por ello, los griegos disfrutaban de la mayor esperanza de vida tras la jubilación, y no porque vivieran más, sino porque se jubilaban mucho antes. En concreto, mientras la media de la OCDE es de 18,5 años tras el retiro (en España es de 17,9), los helenos gozaban de más de 24 años de vida tras la jubilación.
  • Las hijas solteras de funcionarios heredan la pensión de sus padres aunque no hayan cotizado (resultado: esas hijas no se casan legalmente para seguir manteniendo la pensión). Hace tan sólo unas semanas el Tribunal Constitucional dictaminó que no se puede discriminar a los hijos solteros, que también han de cobrar.
  • Los médicos y abogados particulares declaran el salario mínimo de ingresos. 
  • Los primeros 17.000 millones de ganancias de los armadores navieros están exentos de impuestos, por determinación constitucional.
  • El presupuesto de Defensa supone un 4.15% del gasto público (casi el doble de España) y no se puede modificar porqué el Tribunal Consitucional sentenció que era ilegal bajar los sueldos de los militares...
  • Durante años, y pese a tener un PIB per cápita muy inferior al de España, el salario mínimo en Grecia era un 50% superior. 
  • Durante décadas, cuando un partido llegaba al poder enchufaba a gente en el sector público a cambio de su voto, acrecentando de forma insostenible la plantilla estatal. 
  • El Hospital Evagelismos, uno de los principales de Atenas, por ejemplo, llegó a tener en nómina a 45 jardineros para cuidar de las cuatro macetas de su entrada; algunos organismos públicos contaban con 50 conductores por cada coche; un antiguo ministro de Agricultura creó una unidad no contabilizada que daba empleo a 270 personas para digitalizar las fotografías de las tierras públicas griegas, sin que ninguno de los contratados tuviera experiencia en fotografía digital, ya que eran carteros, peluqueros, agricultores y, en general, afiliados del partido...
  • El gasto en educación, sanidad y política social fue, de lejos, el que más aumentó hasta el estallido de la crisis de deuda, superando el 31% del PIB en 2012. 
  • Un exministro de Educación reconoció que de 500 aulas subvencionadas por la UE 300 eran fictícias.
  • Grecia tenía cuatro veces más profesores que Finlandia y uno de los peores niveles educativos de Europa.
  • La Sanidad pública era de las que más invertía en suministros, superando la media de la UE, sin que los griegos sufrieran más enfermedades que el resto de europeos. La causa es que era tradición entre médicos y enfermeras salir de los hospitales cargados con todo tipo de material higiénico y sanitario...
  • El presupuesto del metro de Atenas rondaba los 500 millones de euros al año, mientras que los ingresos en taquilla apenas alcanzaban los 90 millones.
  • Grecia creó un comité para gestionar el Lago Kopais, a pesar de que se secó en 1930.
  • Tras el rescate de la troika, Atenas anunció la eliminación o fusión de 75 organismos públicos en los que trabajan más de 7.000 personas y que, anualmente, recibían 2.700 millones de euros en subvenciones (unos 386.000 euros por cada empleado).
  • Antes de la crisis, uno de cada cuatro trabajadores no pagaba nada en impuestos, de modo que las arcas públicas dejaban de ingresar entre 15.000 y 20.000 millones de euros al año.
  • Algunos estudios señalan que los griegos se gastaban unos 800 millones de euros al año en mordidas para evitar el pago de multas o para que los funcionarios hicieran la vista gorda, incluyendo los inspectores fiscales. Por poner tan sólo un ejemplo, el Ministerio de Hacienda despidió hace escasos años a 70 funcionarios con un patrimonio inmobiliario medio de 1,2 millones, cuando su sueldo no superaba los 50.000 euros.

La austeridad no vino tanto de la deuda como de los 24 billones de déficit primario en 2010 (10,3% del PIB).

6/ En 2013 el gobierno de Samaras se toma en serio las reformas y consigue, descontando el pago de intereses de la deuda, recortar el gasto público hasta el 50% del PIB, Superior al de Alemania, Reino Unido, Italia o España pero ligeramente inferior al de Francia o Finlandia. También logró reducir el déficit, incluido el pago de los intereses, al 2,5%. En 2014, por primera vez desde 1948, obtiene un superávit primario en su balanza por cuenta corriente: el 0,8 % del PIB, 1.500 millones. Y lo más importante, la economía sale de la recesión y crece un 0,4% por primera vez desde el inicio de la crisis y desciende ligeramente el paro. Grecia por fin vuelve a financiarse en los mercados a unos intereses asumibles. Se hace solvente pero no tiene liquidez. Sin embargo, las inevitables elecciones anticipadas lo truncan todo con la llegada al gobierno de Syriza.

7/ La crisis en Grecia, igual que en otros países como España, ha sido dura. El país ha perdido un 25% de su PIB, la tasa de paro supera el 25%, la pobreza ronda el 35% y unos tres millones de personas carecen de asistencia sanitaria porque están en el paro o tienen deudas con la Seguridad Social. Sin embargo, con las reformas de Samaras y la mejora de los indicadores económicos, se calcula que Grecia puede disponer de 85.000 millones anuales para gastar. Cantidad que para un país de sólo 11 millones de habitantes es más que respetable. 'Bastaría con dedicar 20.000 millones al año (menos del 25% del gasto público) para eliminar la pobreza en Grecia'. Además, según el Banco Central Europeo, Atenas posee una enorme cartera de activos públicos, cuyo valor estimado asciende a 300.000 millones de euros, incluyendo empresas, infraestructuras, acciones, participaciones, suelo y todo tipo de bienes inmuebles que podría vender.

Grecia puede pagar, pero no quiere. Lo que pretenden los palaganeros de Syriza es que la UE les siga dando dinero a cambio de nada. Están convencidos que Europa pagará in extremis para evitar una crisis que ponga a la moneda única en la cuerda floja. Por eso amenazan con salir del euro y volver al dracma. El problema es que con eso ya no asustan a nadie y por ello, en su nerviosismo y desorientación, se han sacado de la manga el chantaje del referéndum. Desgraciadamente para ellos los socios europeos no se han opuesto al mismo. Algunos, incluso, los han alentado. Ccon la secreta esperanza de que terminen poniéndose la soga al cuello ellos solitos.