Adiós a Nihil Obstat | Hola a The Catalán Analyst





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miércoles, 18 de mayo de 2011

DSK hizo un FMI a la medida de sus ambiciones

Olvidémonos de la situación personal de DSK y fijémonos en lo que ha hecho al frente del FMI. En general, se le ha elogiado por haber revitalizado la institución y haberla colocado en el corazón de la crisis financiera mundial desde el 2008. Este activismo, que ha servido a su notoriedad personal, contrasta con la discreción de sus predecesores en el cargo, especialmente de Michel Camdessus y Jacques de Larosière. Gente que reorientó el FMI de su antigua función como acreedor de Estados a punto de la quiebra hacia una nueva tarea de consejo y asesoramiento a los gobiernos. Antes de DSK, el FMI había dejado de ser el bombero encargado de la extinción de incendios y de prestar dinero generalmente a fondo perdido: inspirándose en las teorías monetaristas, los economistas del FMI habían ido convenciendo poco a poco los líderes de los países pobres de gestionar mejor sus finanzas, especialmente a través de la creación de bancos centrales independientes. El crecimiento de los países pobres, incluida África, en la década de 1990, debe mucho a aquellos buenos consejos que consiguieron prácticamente hacer desaparecer la hiperinflación de nuestro planeta. Tras ser cuestionado por su papel de prestamista de última instancia a jefes de Estado y de Gobierno poco fiables (Boris Yeltsin, Mubarak), el FMI había ganado la estima general en este nuevo papel de asesor. Para desesperación, sin embargo, de un gran número de funcionarios del FMI, casi diez mil, privados de utilidad real. Kenneth Rogoff, que fue economista jefe del FMI antes de la era DSK, estima que la organización, en realidad, sólo tiene necesidad, como mucho, de unos trescientos economistas.

DSK, por el contrario, optó por volver al pasado. De esta manera se ganó el cariño de los funcionarios al restaurar el FMI como una gran burocracia internacional. Con o sin crisis, es un político ante todo. La crisis fue un regalo del cielo que DSK ha aprovechado para intentar posicionar el FMI como gobierno económico mundial. Bloqueado por los estadounidenses, los chinos y los alemanes, no tuvo éxito, pero gracias a una gran actividad de lobbying obtiene un aumento de sus recursos financieros. Con DSK, el FMI prospera. ¿En beneficio de quién? De la institución y de su Director Gerente. ¿Pero ayudará esto a resolver, o a limitar, la crisis financiera global? DSK hubiera querido repartir dinero a todos los países con dificultades: con la excepción de los países pequeños como Hungría, el G8 y el G20 lo rechazaron. Los gobiernos recordaron oportunamente que los créditos del FMI rara vez son reembolsados ​​y que a menudo perpetúan los vicios y las causas de la quiebra.

Ante la imposibilidad de prestar directamente, DSK ha alentado a los gobiernos y bancos centrales a ayudar a los países mal administrados, Grecia en particular. Pero el FMI sabía desde hace años que las cuentas griegos estaban falseadas: hinchar los Estados tramposos con préstamos favorables fue la política del FMI en la década de 1980, a la que ahora curiosamente DSK quería volver. Es cierto que el FMI endureció las condiciones (y las endurece aún) de sus préstamos, pero estas condiciones nunca se respetaban (salvo en el caso de gobiernos serios como los de Corea del Sur y Turquía) y el FMI no tenía ninguna manera de imponerse

En resumen, se entiende como la gestión del FMI por DSK servía a DSK y su burocracia: no se ve por ninguna parte que su gestión conduzca hacia un régimen financiero mundial más racional. DSK nunca se atrevió a hacer frente a la manipulación del Yuan por el gobierno chino, a pesar de tratarse de un factor esencial de los desequilibrios mundiales.

Si Milton Friedman estuviera todavía con nosotros, recordaría, como ya lo hizo en los años 1970, que el FMI fue creado en 1945 para evitar las devaluaciones competitivas de los años 1930: casi un siglo después, este problema ya no existe y el FMI es sobre todo una burocracia a la búsqueda desesperada de una misión. Después de DSK, dudamos que el FMI sea reducido a los trescientos economistas deseados por Rogoff: pero esperamos que esta rana deje de hincharse.

Guy Sorman (texto original en francés)