Adiós a Nihil Obstat | Hola a The Catalán Analyst





Después de 13 años de escribir en este blog prácticamente sin interrupción, hoy lo doy por clausurado. Esto no quiere decir que me haya jubilado de la red, sino que he pasado el relevo a otro blog que sigue la misma línea de Nihil Obstat. Se trata del blog The Catalán Analyst y de la cuenta de Twitter del mismo nombre: @CatalanAnalyst . Os los recomiendo.



Muchas gracias a todos por haberme seguido con tanta fidelidad durante todos estos años.


viernes, 13 de enero de 2012

La fórmula que salvará al Reino Unido

The Guardian:
Los ingleses no obtienen ninguna ventaja al dejar que prosiga esta dependencia y la opinión de la mayoría de los escoceses deja claro que quieren que acabe. La devolución máxima repatriaría la responsabilidad fiscal al país de origen de Adam Smith. Echaría por tierra el despilfarrador populismo de los nacionalistas de Salmond, probablemente les haría perder las próximas elecciones y perjudicaría a la causa de la independencia total. Y todo esto en beneficio de los conservadores de Cameron.

El Reino Unido no fue una creación de identidad tribal, sino de oportunismo y conveniencia. Su disolución comenzó en la década de los años veinte y aún no ha finalizado. No existe ninguna necesidad histórica para que continúe, del mismo modo que tampoco existía en el caso del Tercer Reich o la Unión Soviética, o ahora con la UE. Las confederaciones deben actualizarse y cultivarse para poder sobrevivir. A veces su finalidad deja de tener sentido.

Cameron debería dejar a Salmond que celebrara su referéndum y defender la devolución máxima. Fomenta la responsabilidad fiscal. Acabaría con la costosa subvención a Escocia. Su realismo político podría incluso reactivar las fortunas conservadoras en Escocia. Por qué Cameron se opone a ello "hasta con la última gota de su sangre" es un misterio.

Sólo puede haber una respuesta. El poder y el ansia del control central adoptan una lógica propia cuando los políticos llegan a ocupar altos cargos. En este caso, el ansia es contraproducente. Hace un siglo, las islas británicas eran una nación. Hoy el Gobierno parece estar dispuesto a hacer de ellas cuatro naciones distintas.