Adiós a Nihil Obstat | Hola a The Catalán Analyst





Después de 13 años de escribir en este blog prácticamente sin interrupción, hoy lo doy por clausurado. Esto no quiere decir que me haya jubilado de la red, sino que he pasado el relevo a otro blog que sigue la misma línea de Nihil Obstat. Se trata del blog The Catalán Analyst y de la cuenta de Twitter del mismo nombre: @CatalanAnalyst . Os los recomiendo.



Muchas gracias a todos por haberme seguido con tanta fidelidad durante todos estos años.


miércoles, 13 de abril de 2011

Recortar provoca cáncer


A nadie nos gusta perder el trabajo o que nos recorten el sueldo. Pero cuando no hay dinero, no se pueden mantener los beneficios y los privilegios sociales. Beneficios y privilegios que históricamente la izquierda ha elevado a la categoria de derechos, con el fin de relativizar la vulneración de los derechos humanos fundamentales en los países donde había hecho la revolución y "demostrar" que las democracias liberales también los vulneran.

Estos días, en Cataluña, maestros y personal sanitario han salido a la calle para manifestar su desacuerdo con los recortes que el gobierno de turno se ve obligado a aplicar después de años y años de tirar de beta, especialmente durante los años del Tripartito. De hecho, la enfermedad viene de más lejos. Se remonta a finales de la transición, cuando no sólo los partidos sino también una gran parte de la ciudadanía se apuntó a la moda muy progresista de la reivindicación permanente, de la queja continua, de la exigencia de que la administración pública lo pagara y lo subvencionara todo.

Durante muchos años, trabajar en el sector público ha sido un privilegio. Un trabajo y un sueldo que, hasta hace poco, se creía seguro y unas condiciones laborales a menudo envidiables en comparación con gran parte del sector privado. Ahora, cuando las deudas ahogan el estado y las familias, los que más se destacaron por hinchar el sector público, por exigir un gasto ilimitado, tienen la sinvergüenza de salir a liderar la oposición a los recortes y la contención.

El personal del sector público afectado tiene, como cualquier otro ciudadano, todo el derecho a hacerse escuchar, a hacer propuestas alternativas para mejorar el ahorro y hacer más eficiente el servicio, a subsanar posibles errores e identificar los planteamientos desacertados del gobierno, pero lo que no puede hacer es demagogia, catastrofismo y actuar creyendo que el fin -que nunca identifican con sus intereses particulares sino en una supuesta defensa del servicio público- justifica los medios. No se puede colapsar toda una ciudad para criticar el gobierno y no se puede hacer demagogia con la salud de los ciudadanos como palanca contra la política de austeridad, como pone en evidencia la pancarta de la foto..

No hemos tenido bastante con sufrir gobiernos irresponsables, que ahora tenemos que sufrir la irresponsabilidad i la demagogia de la claque. Gastar es saludable. Recortar provoca cáncer.