Ciertamente, estos últimos días Israel ha respondido militarmente a los bombardeos de ciudades israelíes con ataques contra la Franja de Gaza. Una acción perfectamente legal y legítima pero que la internacional mediática intenta deslegitimar aduciendo, como siempre, que la respuesta ha sido "desproporcionada". Una desproporción que rompería una supuesta simetría del conflicto consistente en equiparar víctimas y verdugos, atacantes y atacados.
Para demostrar la "desproporción" nos dicen que la reacción israelí ha provocado una veintena de muertos palestinos, mientras que los proyectiles disparados desde Gaza -sistemáticamente presentados como cohetes caseros que no van mucho más allá de simples petardos- no han provocado la muerte de ningún judío.
Sin embargo, la verdad es que los proyectiles son cada vez más sofisticados, con más capacidad destructora y con más alcance. En los ataques de los últimos días se dispararon desde Gaza unos 200 proyectiles, algunos de los cuales llegaron a 40 kilómetros de Tel Aviv. Y si felizmente no han hecho víctimas ha sido por el sistema de protección construido por los israelíes, llamado Cúpula de Hierro, que consigue neutralizar la mayor parte de los cohetes. Cuando hay un ataque, las sirenas avisan a los ciudadanos israelíes, que se quedan en casa en refugios habilitados para hacer frente a la amenaza. Las escuelas cierran hasta que el peligro ha pasado.
Por el contrario, en Gaza, las escuelas han permanecido abiertas a pesar de los atacaré israelíes. ¿Por qué? Pues, porque los palestinos saben que Israel no ataca objetivos civiles. Una escrúpulo que no tienen los islamistas radicales de Hamas que, contra todas las disposiciones internacionales, esconden sus centros militares, incluidas las bases de lanzamiento de cohetes, en barrios residenciales, en medio de la población civil que utilizan como escudos humanos.
Tanto es así que algunos palestinos se han atrevido a denunciarlo. Este es el caso de Mahmoud Abu Rahma, un activista de los derechos humanos en Gaza que publicó en dos webs palestinas un artículo donde se preguntaba "¿Quién protege a los ciudadanos de los daños que les provoca el gobierno y la resistencia armada?". Este atrevimiento por poco le cuesta la vida. Un grupo de enmascarados lo apuñaló burtalment en la calle.
Pero, como ustedes ya saben, esta historia no es noticia para los medios de comunicación occidentales.
