Adiós a Nihil Obstat | Hola a The Catalán Analyst





Después de 13 años de escribir en este blog prácticamente sin interrupción, hoy lo doy por clausurado. Esto no quiere decir que me haya jubilado de la red, sino que he pasado el relevo a otro blog que sigue la misma línea de Nihil Obstat. Se trata del blog The Catalán Analyst y de la cuenta de Twitter del mismo nombre: @CatalanAnalyst . Os los recomiendo.



Muchas gracias a todos por haberme seguido con tanta fidelidad durante todos estos años.


miércoles, 27 de marzo de 2013

No aprobeis la ILP de la PAH. No con mi voto.

La democracia se fundamenta en el principio moral de que el fin nunca justifica los medios. Y es por eso que el escrache no tiene cabida.

Las concentraciones continuadas de protesta ante el domicilio particular de cualquier persona, sea político o no, van más allá del derecho de expresión y manifestación para convertirse en actos de acoso y amenaza. Actos que afectan no sólo a una persona concreta sino también a los miembros de su familia -convertidos en culpables por ser sus hijos o su cónyuge-, amigos y vecinos.

El acoso y la amenaza, como debe saber la espabilada Colau, son delitos. Delitos muy graves porque implican intimidar, violentar -aunque la violencia no sea física- la libertad de una persona para obligarla a actuar según la voluntad del acosador.

Este tipo de acciones son propias de regímenes y/o ideologías totalitarias, de personas iluminadas, a menudo fanáticas, convencidas de su superioridad moral o de la superioridad moral de sus planteamientos, lo que las lleva a creer que encarnan la representación auténtica de la ciudadanía al margen de las urnas y de los procedimientos democráticos.

Esto -hay que decir las cosas por su nombre- es populismo. Esto es fascismo. Esto es marxismo-leninismo. Esto es nacionalsocialismo. Esto es cualquier cosa menos un comportamiento democrático. Señores diputados, no aprueben la ILP de la PAH. No cedan al chantaje. No os elegimos para que un lobby pueda imponeros el espíritu y la letra de una ley. No con mi voto.