El Instituto Robert Koch y el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos de Alemania lo han confirmado: el brote de E.Coli proviene de la soja germinada de una granja de agricultura orgánica de la Baja Sajonia.
Esta confirmación significará, seguro, un duro golpe para el orgullo alemán, pero sobre todo será un sonado golpe para el fundamentalismo ecologista y la mística de la agricultura orgánica.
Como escribía Arcadi Espada hace unos días en un artículo titulado E.cologia -expresión que me he permitido tomar prestada para titular esta anotación- " si la infección, en vez de asociarse a lo orgánico, a lo natural y a la pureza se hubiera asociado a la energía nuclear ", por ejemplo,"la señora Merkel habría decretado una moratoria de la vida y los digitales llenarían sus portadas con alemanes de tres cabezas alimentados exclusivamente de soja nuclear".
