Adiós a Nihil Obstat | Hola a The Catalán Analyst





Después de 13 años de escribir en este blog prácticamente sin interrupción, hoy lo doy por clausurado. Esto no quiere decir que me haya jubilado de la red, sino que he pasado el relevo a otro blog que sigue la misma línea de Nihil Obstat. Se trata del blog The Catalán Analyst y de la cuenta de Twitter del mismo nombre: @CatalanAnalyst . Os los recomiendo.



Muchas gracias a todos por haberme seguido con tanta fidelidad durante todos estos años.


lunes, 25 de junio de 2012

Por la Europa de Merkel

Dar marcha atrás o dar un gran salto adelante? Este es el ser o no ser de Europa: volver a la época anterior al euro o culminar la unión política en un estado europeo federal.

El problema de volver atrás es que sería muy difícil, por no decir imposible, evitar el sentimiento de fracaso del proyecto europeo, que engulliría -quizás para siempre- a la misma idea de Europa.

El problema del salto adelante es que se hará, una vez más, antidemocráticamente, en contra de la voluntad de una parte importante de la sociedad europea. Una parte de la sociedad que cuando ha tenido la posibilidad de pronunciarse, a menudo ha dicho no.

Entonces, ¿qué hacer? ¿Por dónde tirar? Después de darle muchas vueltas, creo que la opción menos mala sería dar el salto adelante, siempre y cuando éste sea el definitivo. Es decir, siempre que culmine de una vez por todas el proceso institucional y permita, a continuación, la elección directa y democrática de todas sus instancias por parte de la ciudadanía europea.

Esta parece ser la idea de Merkel, a la que el jacobinismo chovinista francé s-de derecha y de izquierda- se opone enérgicamente. Para Francia, desde siempre, la función de Alemania en Europa es pagar. Pagar por la guerra, pagar porque son los más ricos. Pagar y callar, que para hablar ya está París, ombligo del universo y epicentro de la grandeur.

Pero eso se acabó. Alemania sabe que no puede pagar indefinidamente a sus socios europeos sin terminar perjudicándose a sí misma, como ya empieza a pasar. Es por ello que Merkel apuesta por un solo barco europeo, con una disciplina y una solidaridad compartida y donde todos tengan el mismo interés en evitar el naufragio.