El tipo medio que paga el Tesoro a sus deudores por el total de la deuda emitida era del 4,07% en abril, el último dato registrado. A pesar de que las emisiones de mayo y junio han coincidido con una fuerte escalada de la rentabilidad de los bonos en el mercado secundario- la media apenas ha subido al 4,09%.¿Dónde está, pues, el problema?
Este interés es inferior al que España pagaba en los años anteriores a 2008, antes de la irrupción de la crisis económica. El aluvión de deuda emitida entre 2009 y 2010 se ha visto favorecido por tipos bajos. Hasta ahora.
Así, en 2007 el tipo medio que el Estado pagaba por la deuda emitida era del 4,53% (llegó a rozar el 11% en 1992). Desde entonces inició una carrera descendente que llegó al 3,53% en 2009, curiosamente el año récord de emisiones de deuda para España.
El problema de España estriba en el abultado montante de la deuda y en los requerimientos que debe atender en el corto y medio plazo. Pese a pagar en la actualidad casi medio punto menos que en 2007, el Estado abonará en intereses este año unos 26.000 millones de euros, casi el doble de los que pagó hace cinco años, que fueron de 14.000 millones.
La deuda del Tesoro ya supera los 625.000 millones. En 2007 era de sólo 307.168 millones. El montante se ha duplicado durante la crisis. Y no sólo la del Tesoro, sino la del conjunto de las administraciones públicas.¿Por qué?
Este brutal incremento obedece a los intentos del Gobierno precedente de combatir la recesión mediante el gasto público, a su vez financiado por emisión de deuda. Además de duplicar los saldos en circulación durante la crisis, la deuda creció entre 2008 y 2009 lo mismo que en los 15 años anteriores.