El fiscal general de EEUU, Eric Holder, habría mentido al Congreso al afirmar que se había enterado muy recientemente de la operación "Rápido y Furioso". Una operación de la Oficina para Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés), en la que estarían involucrados agentes federales que permitieron ventas ilegales de armas de proveedores estadounidenses destinadas muy probablemente los carteles de la droga mexicanos. El objetivo de la operación era rastrear los vendedores y compradores, pero el escándalo estalló cuando algunas de las armas se encontraron en diversos escenarios criminales a ambos lados de la frontera.
Ahora, varios documentos, entre ellos algunos correos electrónicos, demuestran que el Departamento de Justicia de EEUU estaba al corriente de la operación al menos desde el año 2010, bastantes meses antes de lo que dijo a los senadores en sus comparecencias. El pasado 10 de marzo, Holder dijo a la senadora republicana Kay Railey Hutchison, de Texas, que tuvo conocimiento muy recientemente de las "preocupaciones" existentes sobre el programa. En otra audiencia el pasado 3 de mayo, el representante republicano Darrell Issa, de California, preguntó al fiscal general: "Cuando supo por primera vez del programa? En qué fecha?". Pregunta a la que Holder respondió: "No estoy seguro de la fecha exacta, pero probablemente escuché hablar por primera vegadada sobre Rápido y Furioso en las últimas semanas".
