Adiós a Nihil Obstat | Hola a The Catalán Analyst





Después de 13 años de escribir en este blog prácticamente sin interrupción, hoy lo doy por clausurado. Esto no quiere decir que me haya jubilado de la red, sino que he pasado el relevo a otro blog que sigue la misma línea de Nihil Obstat. Se trata del blog The Catalán Analyst y de la cuenta de Twitter del mismo nombre: @CatalanAnalyst . Os los recomiendo.



Muchas gracias a todos por haberme seguido con tanta fidelidad durante todos estos años.


viernes, 1 de julio de 2011

Líbano, piedra de toque de la credibilidad occidental

Seis años después del asesinato del ex primer ministro libanés, Rafik Hariri, el Tribunal Especial de las Naciones Unidas para Líbano ha dictado finalmente acta de procesamiento contra los presuntos responsables del crimen. Unos responsables que todo el mundo sabía quiénes eran pero que nadie se atrevía a llevar ante la justicia. No por nada dos de los cuatro acusados son altos responsables del movimiento Hezbollah, que se ha convertido en la fuerza política y militar más poderosa de Líbano.

Rafik Hariri lideraba la oposición a la ocupación siria del país y por eso fue asesinado el 14 de febrero del 2005. Pero su muerte no acabó con el movimiento antisirio sino que, por el contrario, desencadenó un mes después la llamada Revolución del Cedro que forzó a Siria a salir de Líbano y que abrió la esperanza a una democracia independiente. Pero la ilusión democrática no duró mucho y hoy, Hezbollah, que cuenta con el apoyo de Siria e Irán, domina gran parte del país.

¿Podrán las actas de acusación alterar el equilibirio de poder libanés como lo hizo en su día el asesinato de Hariri? Es pronto para decirlo, pero una cosa parece clara: si el gobierno libanés no detiene a los inculpados, incumpliendo sus compromisos jurídicos internacionales, la responsabilidad que Hezbollah quede impune recaerá sobre la comunidad internacional. Y entonces, ¿qué hará la ONU? ¿Qué hará la UE? ¿Qué hará Obama?

No lo sé, pero en vista de cómo se están haciendo las cosas a Libia y de cómo no se hacen en Siria, mucho me temo que las consecuencias puedan ser muy graves. No hacer nada efectivo pondría en total evidencia la incapacidad -¿el miedo?- de Occidente para sentar en el banquillo al terrorismo de Hezbolá, que es tanto como decir el terrorismo de Siria y de Irán.