El paquistaní Imran Firasat puede ser deportado a Pakistán en cualquier momento después de que el gobierno español le ha revocado la concesión de asilo político. El motivo de la revocación es que ha realizado un documental titulado The inocente Prophet (El profeta inocente) donde critica a Mahoma y a la religión musulmana. Un documental que el gobierno de Mariano Rajoy considera "altamente preocupante" por el "riesgo real" de ataques terroristas contra España. Por este motivo, se dispone a castigar a Imram Firasat entregándolo a sus verdugos en vez de defender su derecho a la libertad de expresión.
Por haber apostatado de la religión musulmana y vivir con una mujer budista fue detenido, torturado, y su mujer violada, por la policía en Pakistán. Mataron a su padre y le quemaron la casa. Por eso huyó de su país y obtuvo el asilo político en España.
«Más que una religión, el Islam es un castigo», sentencia Imran con fimeza. «Pero no toda la gente en Pakistán es mala, ni todos los musulmanes lo son. Mi padre, al que mataron por mi culpa, era un hombre bueno. Pero Pakistán lleva un retraso de doscientos años respecto al resto del mundo, es una sociedad islámica estricta donde nadie puede hacer nada libremente. Antes de comenzar algo, debemos pensar cuidadosamente en la reacción de la gente. Y mantener relaciones prematrimoniales supone un delito castigado con el apedreamiento hasta la muerte», explica. Imran pidió a Jenny que se convirtiera al islam para poder casarse con ella, tal y como dicta la ley islámica. Pero Jenny ha visto morir a sus padres y a su primer marido a manos de los musulmanes indonesios. Convertirse al islam era superior a sus fuerzas, así que comenzaron a vivir juntos en casa de Imran, en espera de una solución. Pero los vecinos no lo permitieron.En defensa de Imran, la diputada de UPyD Irene Lozano ha formulado las siguientes preguntas al gobierno:
A Imran fueron a buscarlo a casa y lo llevaron a la comisaría, donde le pegaron y le cortaron el pulgar de la mano izquierda en señal de castigo. A Jenny la encerraron en una habitación y la violaron varios policías. «Me dijeron que si yo podía dormir con ella sin estar casados, por qué no iban ellos a poder acostarse con ella», recuerda. Mataron a su padre en represalia y a ellos les quemaron la casa. Se salvaron saltando, con su hijo pequeño en brazos, por la ventana trasera. «Reniego del islam -afirma-, reniego de una religión que coarta mi libertad y mis derechos, que no entiende lo que es el amor, y además es hipócrita. ¿Por qué Mahoma se pudo casar once veces, y una de ellas con una niña, y a mi no me permiten hacerlo una con mi amor verdadero, solo porque la mujer a la que adoro es budista?», se pregunta.
Amenazas. «Si vuelvo, me condenarán por blasfemo. Me dicen que insulto al Profeta porque digo que se le permitieron cosas que el Islam no permite. Eso no es insultar, eso es decir la verdad. Pero los islamistas no tienen capacidad para soportar la verdad», asegura. «Estoy recibiendo amenazas de muerte por las críticas al islam que hago en los medios de comunicación. Son llamadas telefónicas imposibles de localizar, porque las hacen desde cabinas. La última fue el pasado 3 de marzo», recuerda [la entrevista es del 2010]. «No tengo miedo por mí, sino por mi familia», afirma Imran. «Si tengo que volver a Paquistán, sé que estoy en la lista negra. Me detendrán en el aeropuerto e iré a la cárcel. Jenny tendría que ir a Indonesia; mi hijo ingresará en un centro para menores en España. Al menos para la niña hemos conseguido la nacionalidad española…».
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
El ciudadano paquistaní Imran Firasat, autor de la película “The inoccent prophet” (El profeta inocente), corre peligro de ser expulsado de España. Firasat, que se declara exmusulmán, después de haber practicado esa religión durante más de 25 años, disfrutaba del estatuto de refugiado político en España desde 2005, así como de los permisos de residencia y trabajo. Sin embargo, a raíz del anuncio de su realización de la citada película, el Ministerio del Interior ha comenzado lo que se puede calificar de persecución por motivos de conciencia, privándole de los permisos de residencia y trabajo, y amenazándole con procedimientos judiciales que pueden acabar con su expulsión de España y la deportación a su país, donde correría graves peligros por sus opiniones críticas con la religión musulmana, ya que la blasfemia se castiga con la pena de muerte en Paquistán.
En la citada película, Firasat expone su punto de vista respecto al profeta de la religión islámica, con mayor o menor acierto, con mejores o peores formas, pero en ningún caso es necesario compartir su visión para defender su derecho a expresarla. En Europa son ya numerosos los casos en que autores, escritores, cineastas, dibujantes, han sido perseguidos, en algunos casos hasta la muerte, por haber criticado, satirizado, ridiculizado o insultado a Mahoma. Baste recordar el caso de Salman Rushdie, Ayyan Hirsi Ali o Theo Van Gogh. Las amenazas de muerte actúan sobre los críticos del Islam como una suerte de censura previa, encaminada a coartar la libertad de expresión de dichos autores, así como a extender la sacralización de ciertos aspectos o personajes relevantes de la religión musulmana y la veneración practicada por sus fieles a toda la sociedad. Una sociedad aconfesional y abierta como la española está en la obligación de defender a cuantos ejercen pacíficamente la crítica, por dura que sea y al margen de que se compartan o no los puntos de vista, pues una sociedad liberal se caracteriza precisamente por tolerar aquellas opiniones que le repugnan, y no aquellas que comparte.
En lugar de hacer suya la defensa de la libertad de expresión y de conciencia en la figura del refugiado Imran Firasat, el Gobierno ha tomado medidas claramente orientadas a disuadirle de su comportamiento, algo inaceptable en una democracia digna de tal nombre.
En relación a lo anterior se presentan las siguientes preguntas al Gobierno:
1.- ¿Existe un informe de la Subdirección General de Asilo (Ministerio del Interior) de fecha 3 de diciembre de 2012, que califica la realización de una película por parte de Imran Firasat de “actuaciones desestabilizadoras”? En caso afirmativo, ¿qué valor concede el Gobierno a dicho informe?
2.- ¿Qué motivos han llevado al Gobierno a privar a Firasat de la condición de refugiado político en nuestro país? ¿Considera el Gobierno que se ha dado algún cambio en la vida política o en la legislación paquistaní que justifique el final de la protección que nuestro país le otorgaba?
3.- ¿Tiene el Gobierno pensado utilizar en adelante la concesión de asilo político como instrumento de presión para reprimir las opiniones expresadas por ciudadanos libres afincados en nuestro país?
4.- ¿Qué medidas va a tomar el Gobierno para proteger a Firasat del riesgo de hacer públicas sus opiniones sobre el islam libremente?
5.- ¿Considera el Gobierno que las críticas a una religión constituyen un delito de incitación al odio?
Mujer-pez
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Mundo sin Islam (web d'Imran Firasat)
Wafa Sultan, Zakaria Botros, Imran Firasat: similitudes y diferencias
Deportation Papers Served on Imran Firasat
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