Adiós a Nihil Obstat | Hola a The Catalán Analyst





Después de 13 años de escribir en este blog prácticamente sin interrupción, hoy lo doy por clausurado. Esto no quiere decir que me haya jubilado de la red, sino que he pasado el relevo a otro blog que sigue la misma línea de Nihil Obstat. Se trata del blog The Catalán Analyst y de la cuenta de Twitter del mismo nombre: @CatalanAnalyst . Os los recomiendo.



Muchas gracias a todos por haberme seguido con tanta fidelidad durante todos estos años.


miércoles, 29 de febrero de 2012

Herederos


Lo que han hecho hoy muchos estudiantes universitarios de Barcelona -25.000 según la Guardia Urbana- no ha sido ejercer su derecho a la manifestación pacífica sino, por el contrario, tomar la ciudad por la fuerza, provocando el caos y intimidando a los ciudadanos. Han asaltado entidades bancarias, la bolsa y el rectorado. Han roto escaparates, pintado fachadas y mobiliario urbano y han quemado contenedores y un coche.

Siempre se dice que estas acciones violentas son obra de minorías extremistas y suele ser verdad, pero ya va siendo hora de que se exijan responsabilidades a los convocantes de manifestaciones si no son capaces de impedirlas, con sus propios servicios de orden y la colaboración de la policía. Los ciudadanos no podemos estar al arbitrio de aprendices de brujo que desatan fuerzas que son incapaces de encauzar. O lo que es peor, que no tienen la más mínima voluntad de evitar.

Lo que han hecho hoy muchos de los estudiantes que han salido a la calle en Barcelona no es luchar contra la crisis, sino agudizarla. No sólo han provocado destrozos que costarán dinero público y privado repararlos, sino que en lugar de promover la confianza han provocado más crispación, impotencia e inseguridad.

Lo que han hecho hoy muchos de los estudiantes que han salido a la calle en Barcelona ha sido una vergüenza. Porque es una vergüenza ver a privilegiados haciéndose pasar por víctimas. Ver a los niños mimados del sistema patalear por rabietas infantiles que han de pagar el resto de ciudadanos.

Los estudiantes universitarios sólo pagan el 11, 4% del coste de los estudios que cursan. El resto, el 88,6%, la pagamos todos los ciudadanos a través de nuestros impuestos. Y, contrariamente a lo que se dice, el porcentaje de la aportación pública no ha disminuido. En los últimos 10 años, ha aumentado de casi un tres por ciento. Entre 2002 y 2010, el número de estudiantes ha bajado de 127.000 a 119.000, mientras que en el mismo período el personal docente ha pasado de los 10.500 a los 12.000 y el personal no docente de los 6.500 a los 8.200.

En estas condiciones, lo que han hecho hoy muchos de los estudiantes que han salido a la calle en Barcelona ha sido evidenciar una vez más la frivolidad y la hipocresía que se esconden detrás de tanto "indignado" heredero de la progresia socialdemócrata catalana.