Adiós a Nihil Obstat | Hola a The Catalán Analyst
Después de 13 años de escribir en este blog prácticamente sin interrupción, hoy lo doy por clausurado. Esto no quiere decir que me haya jubilado de la red, sino que he pasado el relevo a otro blog que sigue la misma línea de Nihil Obstat. Se trata del blog The Catalán Analyst y de la cuenta de Twitter del mismo nombre: @CatalanAnalyst . Os los recomiendo.
Muchas gracias a todos por haberme seguido con tanta fidelidad durante todos estos años.
martes, 31 de julio de 2012
lunes, 30 de julio de 2012
jueves, 26 de julio de 2012
Un video para Cayo Lara
El coordinador de Izquierda Unida, Cayo Lara, ha dicho que la muerte del disidente cubano Oswaldo Payá le parece "intrascendente", ya que, según él, se trata de un "muerto más de los muchos que se matan cada día en la carretera".
Ni una palabra sobre la sospecha de que se trata de un accidente provocado. Ni una palabra de apoyo a la disidencia cubana. Ni una sola palabra de apoyo a los cubanos que fueron objeto de la represión de la dictadura cubana por querer asistir al funeral.
Ni una palabra sobre la sospecha de que se trata de un accidente provocado. Ni una palabra de apoyo a la disidencia cubana. Ni una sola palabra de apoyo a los cubanos que fueron objeto de la represión de la dictadura cubana por querer asistir al funeral.
miércoles, 25 de julio de 2012
Josep Pla contra el euro
Josep Pla:
Me di cuenta de la importancia que tiene la moneda, del precio de la moneda en la vida humana. No puede haber ninguna forma de moral, si la moneda no es fuerte y no sirve para mantener la alimentación de la gente. Alemania, en la época de la República de Weimar, fue una jungla llena de bestias fieras. No hubo más que fieras y gente pobre. Esta es una realidad que nunca me he podido quitar de la cabeza, que ha sido una de las obsesiones más importantes de mi vida. Cuando veo en la época presente la frivolidad de la gente, quedo asombrado y estoy convencido de que el mundo no tiene remedio.
Josep Pla:
En mi opinión, la moneda es lo más importante de la vida: quiero decir no la moneda en sí, sino el precio de la moneda. He rechazado colaboraciones porque eran demasiado bien pagadas. Eso lo sabe el señor Laín Entralgo, que me propuso escribir para una revista farmacéutica y lo rechacé porque el precio era excesivo. Rechacé artículos pagados a 10.000 pesetas cada uno y propuestos por la Agencia Efe. El señor Alfaro, presidente de esta Agencia, lo sabe perfectamente. Soy un decidido contrario del funcionamiento intensivo de la máquina de hacer billetes. Todos los sueldos y jornales excesivos hacen funcionar esta máquina. Cuanto más billetes hay en circulación, más poco valen. Cuanto más billetes lleve en la cartera injustificados, menos valen los billetes. Los cretinos sostienen que los casos personales no tienen importancia en este asunto. Estos imbéciles no saben que todas las cosas grandes no son más que la suma de las cosas pequeñas. La primera obligación de un ciudadano no es ni la bandera, ni el honor retórico, ni las frases grotescas. La primera obligación de un ciudadano es mantener el precio de su moneda -y cuanto más alto sea mejor. El riesgo, la aventura, la combinazione (por decirlo en italiano), las sorpresas, las improvisaciones, los discursos, las promesas, me producen un malestar íntimo. Las cosas hiperbólicas no me han deslumbrado nunca. Lo único que pido es una seguridad -aunque sea mínima-, pero una seguridad que dure años y años y años. No pido nada más. Es muy poca cosa. Yo no quiero nada más. Encontrarnos cada quince días o cada cinco años con el culo por el suelo gracias a la ignorancia y a la petulancia de estos cuatro tontos que pretenden gobernarnos con las ilusiones del progreso, lo considero indecente.
Me di cuenta de la importancia que tiene la moneda, del precio de la moneda en la vida humana. No puede haber ninguna forma de moral, si la moneda no es fuerte y no sirve para mantener la alimentación de la gente. Alemania, en la época de la República de Weimar, fue una jungla llena de bestias fieras. No hubo más que fieras y gente pobre. Esta es una realidad que nunca me he podido quitar de la cabeza, que ha sido una de las obsesiones más importantes de mi vida. Cuando veo en la época presente la frivolidad de la gente, quedo asombrado y estoy convencido de que el mundo no tiene remedio.
Josep Pla:
En mi opinión, la moneda es lo más importante de la vida: quiero decir no la moneda en sí, sino el precio de la moneda. He rechazado colaboraciones porque eran demasiado bien pagadas. Eso lo sabe el señor Laín Entralgo, que me propuso escribir para una revista farmacéutica y lo rechacé porque el precio era excesivo. Rechacé artículos pagados a 10.000 pesetas cada uno y propuestos por la Agencia Efe. El señor Alfaro, presidente de esta Agencia, lo sabe perfectamente. Soy un decidido contrario del funcionamiento intensivo de la máquina de hacer billetes. Todos los sueldos y jornales excesivos hacen funcionar esta máquina. Cuanto más billetes hay en circulación, más poco valen. Cuanto más billetes lleve en la cartera injustificados, menos valen los billetes. Los cretinos sostienen que los casos personales no tienen importancia en este asunto. Estos imbéciles no saben que todas las cosas grandes no son más que la suma de las cosas pequeñas. La primera obligación de un ciudadano no es ni la bandera, ni el honor retórico, ni las frases grotescas. La primera obligación de un ciudadano es mantener el precio de su moneda -y cuanto más alto sea mejor. El riesgo, la aventura, la combinazione (por decirlo en italiano), las sorpresas, las improvisaciones, los discursos, las promesas, me producen un malestar íntimo. Las cosas hiperbólicas no me han deslumbrado nunca. Lo único que pido es una seguridad -aunque sea mínima-, pero una seguridad que dure años y años y años. No pido nada más. Es muy poca cosa. Yo no quiero nada más. Encontrarnos cada quince días o cada cinco años con el culo por el suelo gracias a la ignorancia y a la petulancia de estos cuatro tontos que pretenden gobernarnos con las ilusiones del progreso, lo considero indecente.
martes, 24 de julio de 2012
lunes, 23 de julio de 2012
Rajoy tira la toalla
“Lo que le está pasando a España no es solo la evidencia del fracaso de nuestras políticas como país durante todos estos años atrás, es también la evidencia del fracaso del proyecto europeo, de la incompetencia de sus líderes y de la inutilidad de sus decisiones”, dicen fuentes muy próximas al propio Mariano Rajoy. Y es que el Gobierno ya no tiene margen de maniobra para hacer nada más y depende única y exclusivamente de las decisiones que se tomen en Bruselas.
“O nos ayudan, o nos hundimos nosotros y se hunde Europa, y es cuestión de días, aquí no se puede actuar con esa lentitud exasperante con la que acostumbra actuar Bruselas”, dicen en el Ministerio de Economía.
jueves, 19 de julio de 2012
¿Quién quiere la independencia?
Lo mejor que podría hacer España es desembarazarse de una vez por todas de Cataluña. Muchos españoles se sacarían un peso de encima y muchos catalanes, también. La decisión unilateral de echarnos de España quizás no fuera del todo democrática, pero al fin y al cabo las duras reformas emprendidas tampoco se han consultado con los ciudadanos aunque algunas de ellas conlleven enmiendas constitucionales. Por lo tanto, yo de Rajoy no me lo pensaria dos veces. Es posible que España pierda dinero, pero quizá no tanto como se dice. Incluso, tal y como está la cosa, probablemente salga ganando. Y es que las balanzas -fiscales o no- siempre acaban colgando por el lado del que pesa.
Desgraciadamente, echarnos de España no será sencillo. Y no lo digo por la resistencia que puedan presentar los ciudadanos de Cataluña que se sienten españoles o por la oposición del gobierno central, sino por los nacionalistas catalanes.
La resistencia de los que se sienten españoles en Cataluña será escasa por no decir nula, como lo demuestra el pragmatismo con que han aceptado, por ejemplo, la política lingüística de la Generalitat. Han aceptado la inmersión porque esta permite que sus hijos se integren a un país bilingüe en igualdad de condiciones con los hijos de los nativos. A cambio, han renunciado al derecho a recibir educación en su lengua materna. La relación coste-beneficio les ha decantado a favor de la inmersión y, de momento, no parecen tener motivos para cambiar de criterio.
No creo que me equivoque, pues, si afirmo que la oposición más férrea no vendrá del españolismo sino del nacionalismo catalán. Lo primero que dirán es que hay facturas pendientes y que mientras no nos devuelvan todo nuestro dinero seguiremos siendo más españoles que la madre que nos parió. Y cuando reciban este dinero, entonces reclamarán reparaciones de guerra y de ocupación, por los perjuicios causados al pueblo catalán desde 1714 hasta ahora. Y mientras no nos paguen esas reparaciones, no aceptaran ningún tipo de independencia. Seguiremos siendo la carcoma de España.
Y es que el nacionalismo tiene muy claro aquello de que la libertad no se regala sino que se conquista. Lo que, traducido al catalán, quiere decir que sólo serás libre si eres tu quien se va pero no si te echan.
ADENDA.- Publico a continuación un artículo del amigo A. sobre el grave peligro de la independencia o la principal razón para no ser independientes.
Desgraciadamente, echarnos de España no será sencillo. Y no lo digo por la resistencia que puedan presentar los ciudadanos de Cataluña que se sienten españoles o por la oposición del gobierno central, sino por los nacionalistas catalanes.
La resistencia de los que se sienten españoles en Cataluña será escasa por no decir nula, como lo demuestra el pragmatismo con que han aceptado, por ejemplo, la política lingüística de la Generalitat. Han aceptado la inmersión porque esta permite que sus hijos se integren a un país bilingüe en igualdad de condiciones con los hijos de los nativos. A cambio, han renunciado al derecho a recibir educación en su lengua materna. La relación coste-beneficio les ha decantado a favor de la inmersión y, de momento, no parecen tener motivos para cambiar de criterio.
No creo que me equivoque, pues, si afirmo que la oposición más férrea no vendrá del españolismo sino del nacionalismo catalán. Lo primero que dirán es que hay facturas pendientes y que mientras no nos devuelvan todo nuestro dinero seguiremos siendo más españoles que la madre que nos parió. Y cuando reciban este dinero, entonces reclamarán reparaciones de guerra y de ocupación, por los perjuicios causados al pueblo catalán desde 1714 hasta ahora. Y mientras no nos paguen esas reparaciones, no aceptaran ningún tipo de independencia. Seguiremos siendo la carcoma de España.
Y es que el nacionalismo tiene muy claro aquello de que la libertad no se regala sino que se conquista. Lo que, traducido al catalán, quiere decir que sólo serás libre si eres tu quien se va pero no si te echan.
ADENDA.- Publico a continuación un artículo del amigo A. sobre el grave peligro de la independencia o la principal razón para no ser independientes.
O Barça o Independencia
Uno ya lleva muchos años y afanes en esta vida como para saber que hay cosas que no se pueden hacer; que hacerlas puede provocar estremecimiento en las partes más íntimas del alma -bien, digamos más clarament del bolsillo, que es el alma del catalán; según nuestros históricos adversarios. Con la edad me he ido dando cuenta que la clase política se va tapando las vergüenzas -las fechorías originadas por las tentaciones de alargar la mano, ahora que nadie me ve- y por eso ya va siendo hora de que uno se levante y diga que ja es suficiente. Que no podemos ir hacia la independencia. Por supuesto que puede ser útil seguir ad eternum con esta cantinela, las cantinelas siempre van bien para adormecer el personal; hacerle "soñar tortillas" y mientras tanto 'nosotros' rompemos los huevos o hacemos lo de alargar la mano. Es decir, que podemos continuar, y se continuará, faltaría más, con el cántico de la independencia. Pero, no pasaremo s-no pasarán- de este guiñol premeditado y bien estudiado. Y no pasarán a los auténticos hechos porque hay una cosa peligrosa -la quebradiza que insinuábamos- que no se debe tocar. Y ese algo es el Barça.
Es imprescindible que el Barça esté, juegue, en la liga española (me perdonaréis por emplear esta palabra tan maldita, pero quiero hacerme entender). Yo, la verdad, no puedo entender un Barça haciendo una liga exclusivamente catalana. Os figuráis el Barça jugando contra el Reus, el Sabadell, el Lleida, el Igualada (sin querer despreciar a estos formidables equipos). Y hasta una totalidad de 20. Seguro que el Santa Coloma es formidable, seguro que L'Hospitalet tiene miles de seguidores que pierden el corazón por él. No sé si existe el Mataró, ni el de la Seu d'Urgell y tampoco el Cervera o el Mollerussa. Pero, no nos engañemos, salvo el Espanyol -que por razones de la independencia debería recluirse en la liga catalana- los otros equipos catalanes apenas llegarían a mitad de la pierna, por no decir a la suela del zapato, del Barça.
¿De verdad se llenaría el campo del Barça para mirar un Barça-Ripoll? ¿Y un Barça-Bisbalenc? Está clarísimo que no. Salvo los primeros días, ya sabríamos quién ganará el partido antes de comprar la entrada. Y la falta de emoción comportaría buscarla en diversiones alternativas. ¿Creéis que sería interesante seguir los 90 minutos por TV, habiendo pagado cuota, para mirar un Barça-Blanes? Y resultado de todo ello sería una caída espectacular de ingresos y una venta también espectacular de jugadores antes de que perdieran el valor actual.
Por otro lado, la 'fiera' que todos llevamos dentro -unos más dormida que otros, todo hay que decirlo- ¿resistiría no poder competir mediante los pies de los azulgrana contra el adversario por antonomasia? ¿Qué equipo de los de aquí sería el que nos permitiría desahogarnos de las desgracias y mala luna que llevamos encima, como muy bien nos lo permite ganando al Madrid? ¿Cómo podríamos sentirnos hechos unos 'hombres' si no ganamos a equipos tan fuertes como 'nuestro' Barça?
Creo, rematando estas líneas, que no se ha estudiado bien lo que conllevaría para nuestro símbolo -por nuestra auténtica bandera, que es el Barça, y los jugadores del equipo que son nuestros almogávares que ganan batallas simbólicas y nos hacen sentir vivos. Tampoco se ha estudiado lo que la psicología del catalán podría perder en la independencia. Sí que podríamos ser independientes, como pueden ser independientes aquellos muchachos que fueron a enterrar-se en ese pueblecito del interior de Cataluña que tiene 12 habitantes y cada día van a la terraza a regar los tomates y a recoger las cebollas. Pero no sé si eso nos llenaría suficiente. !Habrá que pensarlo a fondo antes de dar un resbalón!
martes, 17 de julio de 2012
El golpe de estado ya tiene fecha: el 25 de septiembre
La izquierda golpista ha convocado a todos sus militantes y simpatizantes a marchar sobre Madrid, sitiar el Congreso de los Diputados "y quedarse de forma indefinida, con la ambición de disolver las Cortes y abrir un proceso constituyente para la redacción de una nueva constitución" para crear "un estado democrático".
lunes, 16 de julio de 2012
viernes, 13 de julio de 2012
La pregunta
¿Por qué no se aplica en Siria lo que se aplicó en Libia? Con un control de su espacio aéreo se podría evitar gran parte de las matanzas. ¿Por qué no se hace? ¿Por qué el gran líder del mundo occidental, el progre Barack Obama, no mueve un dedo y mira hacia otro lado?
Muchas preguntas sin respuesta. Especialmente para esta:
¿Es moral sacrificar la vida de decenas de miles de sirios al principio de que ninguna acción es legítima si no es autorizada por Naciones Unidas?
Muchas preguntas sin respuesta. Especialmente para esta:
¿Es moral sacrificar la vida de decenas de miles de sirios al principio de que ninguna acción es legítima si no es autorizada por Naciones Unidas?
Robafaves, ¿roba habas?
Cuando
uno llega a cierta edad le resulta difícil mantener un comportamiento discreto
ante unos hechos de difícil categoría moral. El
acto que se quiere hacer el próximo día 27 en nombre del Grupo de Prensa en el
Robafaves para dar apoyo a esta empresa, que no entidad, es de preocupante
calificación.
El sentido de este acto -que se inserta en un grupo de actos similares, como el artículo a toda página de un domingo de julio en La Vanguardia- es animar a la gente y /o a las instituciones públicas al apoyo económico (el moral, tal como están las cosas, no creo que el Robafaves le importe mucho) a la empresa quebrada.
Robafaves es una empresa en bancarrota como los hechos nos muestran (los escaparates son una clara manifestación) y el acto del día 27 que en nombre del Grupo de Prensa se hará (o se pretende hacer) equivale no ya a intentar 'vender' a los asistentes (y a los amigos de los asistentes) 'participaciones preferentes' y 'acciones de Bankia' sino a regalar directamene a Robafaves 250.000 euros.
El sentido de este acto -que se inserta en un grupo de actos similares, como el artículo a toda página de un domingo de julio en La Vanguardia- es animar a la gente y /o a las instituciones públicas al apoyo económico (el moral, tal como están las cosas, no creo que el Robafaves le importe mucho) a la empresa quebrada.
Robafaves es una empresa en bancarrota como los hechos nos muestran (los escaparates son una clara manifestación) y el acto del día 27 que en nombre del Grupo de Prensa se hará (o se pretende hacer) equivale no ya a intentar 'vender' a los asistentes (y a los amigos de los asistentes) 'participaciones preferentes' y 'acciones de Bankia' sino a regalar directamene a Robafaves 250.000 euros.
"Ecología o muerte. Venceremos"
Antón Uriarte:
Triunfa el ecologismo. El decrecimiento. Triunfa tanto, que a los ecologistas les da hasta reparo confesar que les ha llegado el éxito tan rápido. Cae por los suelos la producción de cemento en España, se apaga mes tras mes el consumo eléctrico y hace veinte años que no se venden tan pocos coches como ahora.
jueves, 12 de julio de 2012
Líderes musulmanes llaman a la destrución de las pirámides de Egipto
According to several reports in the Arabic media, prominent Muslim clerics have begun to call for the demolition of Egypt's Great Pyramids—or, in the words of Saudi Sheikh Ali bin Said al-Rabi'i, those "symbols of paganism," which Egypt's Salafi party has long planned to cover with wax. Most recently, Bahrain's "Sheikh of Sunni Sheikhs" and President of National Unity, Abd al-Latif al-Mahmoud, called on Egypt's new president, Muhammad Morsi, to "destroy the Pyramids and accomplish what Amr bin al-As could not."
miércoles, 11 de julio de 2012
Ya no es Rajoy. ¡Es Bruselas, estúpido!
Finalmente, Europa le ha sacado con fórceps a Rajoy las reformas y las medidas de ajuste necesarias para iniciar la salida de la crisis. Aunque todavía hay algunas incógnitas e incoherencias, atribuibles a la lentitud y complejidad en el proceso de toma de decisiones de una Europa de vuelo gallináceo, la UE parece que por fin está tejiendo una estrategia coherente para superar la crisis, salvar la euro y fortalecer la unidad europea.
Aquí, sin embargo, todo el mundo -periodistas, políticos, sindicalistas o comentaristas- continúa hablando en términos exclusivamente internos. Como si las medidas anunciadas por Rajoy fueran un simple incumplimiento de su programa electoral y la respuesta debiera ser, como hasta ahora, una cuestión de política "nacional".
Las medidas anunciadas por Rajoy un día después de la publicación del Memorándum de condiciones para la intervención del sector bancario español tienen poco que ver con el gobierno español. Son una imposición de la Unión Europea. Son las recetas que la UE ha pactado y prescrito al Estado español y forman parte de un proceso cada vez más decidido a culminar la unión fiscal y política del continente.
Ciertamente, Rajoy podría haber presentado antes y por iniciativa propia estas reformas. Esto, al menos, le habría permitido hacerlas de manera más coherente con su programa electoral y reforzar así su liderazgo. Pero la miopía política -léase elecciones andaluzas- y la constante vacilación ideológica le han llevado a la irrelevancia.
Por lo tanto, en esta nueva situación, las críticas a favor o en contra del plan de salida de la crisis deberían dirigirse no tanto al gobierno español como a Bruselas. El tema ya no es el programa electoral del PP o las ganas que le tienen sindicatos y socialistas. El tema es si las medidas recetadas son coherentes con el proyecto europeo o no. Si serán efectivas para España y el resto de países europeos más tocados por la crisis o no. El debate ya no es "nacional" sino europeo. Pero mucho me temo que aquí continuaremos con nuestro autismo político. Con nuestro provincianismo secular.
Aquí, sin embargo, todo el mundo -periodistas, políticos, sindicalistas o comentaristas- continúa hablando en términos exclusivamente internos. Como si las medidas anunciadas por Rajoy fueran un simple incumplimiento de su programa electoral y la respuesta debiera ser, como hasta ahora, una cuestión de política "nacional".
Las medidas anunciadas por Rajoy un día después de la publicación del Memorándum de condiciones para la intervención del sector bancario español tienen poco que ver con el gobierno español. Son una imposición de la Unión Europea. Son las recetas que la UE ha pactado y prescrito al Estado español y forman parte de un proceso cada vez más decidido a culminar la unión fiscal y política del continente.
Ciertamente, Rajoy podría haber presentado antes y por iniciativa propia estas reformas. Esto, al menos, le habría permitido hacerlas de manera más coherente con su programa electoral y reforzar así su liderazgo. Pero la miopía política -léase elecciones andaluzas- y la constante vacilación ideológica le han llevado a la irrelevancia.
Por lo tanto, en esta nueva situación, las críticas a favor o en contra del plan de salida de la crisis deberían dirigirse no tanto al gobierno español como a Bruselas. El tema ya no es el programa electoral del PP o las ganas que le tienen sindicatos y socialistas. El tema es si las medidas recetadas son coherentes con el proyecto europeo o no. Si serán efectivas para España y el resto de países europeos más tocados por la crisis o no. El debate ya no es "nacional" sino europeo. Pero mucho me temo que aquí continuaremos con nuestro autismo político. Con nuestro provincianismo secular.
martes, 10 de julio de 2012
Drogas para la estabilidad de la pareja
Eduardo Zugasti:
Los valores familiares no han bajado del cielo: son un invento de los mamíferos. Ni siquiera la monogamia es una característica humana sin antecedentes, como explica Patricia Churchland en su último libro. Un 3% de los mamíferos (castores, marmotas, monos titis, gibones, ratones de pradera y montaña) forman parejas de larga duración.
El caso de los ratones silvestres es particularmente ilustrativo. Mientras que los ratones de pradera se emparejan para siempre, los de montaña no lo hacen. Y parece que la diferencia sólo se puede apreciar a un nivel microestructural y neurobiológico muy concreto: los receptores de la hormona vasopresina. Para saber qué es un “sentimiento moral” a la Hume, resulta que hoy es preciso saber mucho de neuroendocrinología.
Naturalmente, la monogamia humana abarca un conjunto de valores e instituciones culturales mucho más complejas y difíciles de explicar. La ciencia natural del amor no reduce el matrimonio a neuroendocrinología, sólo muestra que la distancia entre la biología y los valores, no es insalvable.
Este viene a ser el supuesto básico con el que trabajan Earp, Sanders y Savulescu [PDF], del Oxford Uehiro Centre for Practical Ethics, que han propuesto abiertamente nada menos que mejorar las relaciones sentimentales utilizando “drogas para el amor”.
Teniendo en cuenta nuestra catastrófica situación nacional también en materia de relaciones personales (en España se divorcian cada año unas 100.000 parejas, uno de los países europeos con mayor tasa de rupturas), quizás nos convendría prestar atención a este tipo de sugerencias.
Democracia, Estado-nación y nacionalismeo
La UE es el imperio. Y el imperio, la guerra
Thierry Baudet:
El principal argumento de los partidarios del proyecto europeo es que el nacionalismo deriva en la guerra y la construcción europea en la paz. Cualquier pérdida que provoque Bruselas en el ámbito de la democracia, la soberanía y la transparencia, se compensaría por el noble objetivo de la paz. Pero este supuesto se basa en un error. El nacionalismo no deriva en la guerra. Lo que conduce a la guerra es la ambición de instaurar un imperio europeo. La ambición de someter a la fuerza a un corsé a los diferentes pueblos es lo que lleva a la guerra. En definitiva, la construcción europea es lo que deriva en la guerra.
...el Estado-nación sigue siendo el único espacio político en el que prospera la constitución de la libertad. Las credenciales democráticas de organizaciones como la UE son dudosas, y en el caso de las Naciones Unidas y otras instituciones mundiales están totalmente ausentes. Además, a pesar de la frecuente búsqueda de nuevas identidades, ya sea la europea, la latinoamericana u otras, y de muchas referencias a un nuevo cosmopolitanismo o incluso una “sociedad civil mundial”, la mayoría de la gente se siente en casa en su propio país, el Estado-nación del cual son ciudadanos.
El impulso nacionalista puede ser agresivo o defensivo, puede estar dirigido en contra de otros o volcarse al interior de sus fronteras. En cualquier caso, vicia cualquier intento de crear una comunidad internacional de sociedades abiertas.
lunes, 9 de julio de 2012
jueves, 5 de julio de 2012
El nacionalismo comercial
Xavier Sala i Martín:
...la idea de promoure el petit comerç al centre de les ciutats és que el govern pensa que si no hi ha botigues al centre, la gent marxarà cap els suburbis, els centres de les ciutats quedaran desèrtics i això, sembla ser, no és desitjable. I com que això no és desitjable hem de prohibir que els comerços obrin els diumenges: si deixem que obrin, els petits comerços no podran competir amb els grans i hauran de tancar. I això generarà una gran catàstrofe urbanística amb la desertització del centre de la ciutat. Aquesta teoria és completament falsa. Jo visc a Nova York, concretament a la illa de Manhattan (el més cèntric dels cinc veïnats de la ciutat i on hi vivim uns tres milions de Novaiorquesos) des de fa 17 anys. A Nova York cada botiga obre exactament els dies i les hores que li dona la gana. Algunes troben òptim tancar els diumenges. Altres tanquen els dissabtes. Altres no tanquen cap dia. Altres tanquen a les 6 de la tarda. Altres no tanquen mai. És un plaer passejar per Manhattan a les 4 de la matinada i poder anar a comprar menjar al supermercat, o comprar fruita a la fruiteria o fins i tot anar al banc a parlar amb el teu assessor financer. Tothom que hagi visitat Nova York haurà vist que ni el centre de la ciutat de Nova York no està mort, ni les petites botigues han desaparegut, ni els petits comerços s’han arruïnat sota el pes de la competència de les grans superfícies. Per tant, la teoria convergent de que si el govern no obliga a tancar les botigues el diumenge, els centres de la ciutat desapareixeran és una fantasia que no té res a veure amb la realitat.
Una altra llei que va en la mateixa direcció és la llei de rebaixes. Estem en mig d’una crisi, moltes empreses no venen res i potser, només potser, podrien fer una mica de negoci si fessin unes rebaixes de preus. Això és el que fan totes les empreses del món quan veuen que les vendes no tiren: baixen els preus. Ah! Però les empreses d’aquí no ho poden fer perquè hi ha una “llei de rebaixes”. Una llei dissenyada per uns polítics i uns funcionaris que no saben què és vendre un calçotet, que no han treballat en cap feina productiva en tota la seva vida però que decideixen els dies i les hores en que les empreses poden fer rebaixes. “Es que les guerres de preus perjudicaria els petits botiguers!”, dirien, com si l’actual sistema no hagués aconseguit la ruïna de centenars de milers de botiguers a qui els funcionaris no han deixat competir i els han obligat a tancar! Les rebaixes lliures no només permetria més flexibilitat als empresaris sinó que beneficiaria en gran mesura als consumidors, que gaudirien de preus més baixos tot l’any. Això seria especialment desitjable en aquests moments en els què el propi govern els retalla els sous, els puja els impostos i les taxes de tot tipus de productes!
miércoles, 4 de julio de 2012
El error del euro
Xavier Sala i Martín:
Durante las dos décadas que precedieron a la creación del euro, el mundo académico advirtió repetidamente que era un error introducir la moneda única sin tener primero otros aspectos básicos de la integración. Era como empezar la casa por el tejado. No se podía poner la misma moneda a países con ciclos económicos no sincronizados, sin movilidad de trabajo que permitiera enviar a los parados del país en crisis al país que va bien, sin una unidad de mercado que fomentara la verdadera competencia entre las empresas de los distintos países (cosa que hubiera armonizado el ciclo y los precios), sin una unidad fiscal que transfiriera recursos automáticamente desde los países con boom hacia los países con recesión y sin una unidad bancaria y financiera que enviara recursos a los bancos con problemas. Los académicos advirtieron que cuando viniera la primera crisis, sería catastrófica.
Pero como tantas veces ha pasado con el proyecto europeo, los líderes políticos se negaron a escuchar a los expertos, les acusaron de intentar ayudar a los Estados Unidos y a querer mantener la primacía y el monopolio mundial del dólar... y tiraron adelante la unión monetaria.
Y la crisis llegó... y está siendo catastrófica. Ha sido interesante observar las excusas de los eurófilos: Primero, culparon a los especuladores malignos, a la codicia de Wall Street, a los bonos subprime y a la liberalizaciónde los mercados. Después echaron las culpas a las entidades de Rating que (correctamente) ponían malas notas a unos gobiernos que mantenían déficits extravagantes. Después se pasó a dar la culpa a los evasores de impuestos y a los paraísos fiscales que figura que causaban esos déficits fiscales excesivos. Luego se dio la culpa a los gobiernos y a sus excesos derrochadores a la hora de construir aeropuertos sin aviones, trenes sin pasajeros y autopistas sin coches. Últimamente se las están cargando los bancos, los banqueros y los entes supervisores (como el Banco de España) que supuestamente tenían que vigilar los excesos del sector financiero.
Pero cada vez son más los que se preguntan si la crisis económica europea que estamos viviendo no ha puesto de manifiesto una realidad incómoda: ¿no será que el verdadero problema es el euro? ¿No será que los oscuros académicos a los que se insultó calificándolos de anti-europeos defensores de la primacía del dólar decían la verdad y la cosa del euro se hizo mal? Al fin y al cabo, el euro hizo que los tipos de interés fueran anormalmente pequeños en países como España, cosa que disparó la burbuja inmobiliaria que tanto cuesta digerir ahora. Al tener los mismos tipos de interés en toda la Eurozona, los países con más inflación (como Italia), tenían tipos de interés reales más bajos o incluso negativos, cosa que inducía los aumentos de consumo e inversión, cosa que aceleraba todavía más la inflación. Cuando llegó la crisis, el euro hizo que hubiera posibilidad de depreciar la moneda de los países que iban mal (cosa que hubiera abaratado sus productos y hubiera permitido aumentar la demanda externa en un momento en que la interna había desaparecido). Y como la cosa se hizo mal, sin poner primero los mecanismos que le tenían que permitir a la Eurozona luchar contra la crisis, tampoco había transferencias en forma de reducciones fiscales automáticas en las zonas afectadas por la crisis y aumentos en las zonas de alto crecimiento. Ni existía la posibilidad de que los griegos, españoles y portugueses en paro, emigraran temporalmente a Alemania o Finlandia porque el mercado laboral único no existía y tenía enormes barreras lingüísticas y culturales. Ni estaban diseñados y establecidos los mecanismos debían permitir la reestructuración de los euro-bancos insolventes.
Es decir, el origen de la crisis es el euro y lo que impide su solución es que el euro se construyó mal. Siendo esto cierto y siendo esto un grave problema... no es lo peor. El mal diseño del euro está destruyendo los logros en materia de convivencia que se habían conseguido con el mercado común primero y la Unión Europea después. Siempre se dijo que el objetivo final de la UE era la paz en el continente más cruel y sanguinario del mundo, escenario de dos guerras más salvajes de la historia de la humanidad. Parecía que la UE fomentó y consiguió la paz y la concordia entre los pueblos de Europa... pero el euro está dando al traste con esos logros: los ciudadanos de los países del centro son cada vez más reacios a ayudar financieramente a los de la periferia a los que no tienen ningún problema en calificar de “cerdos” (las iniciales de Portugal, Italia, Grecia y Spain forman, en inglés, la palabra PIGS que significa cerdo). A su vez, la gente de la periferia da las culpas a los países que les imponen unos recortes y una austeridad que no entienden. El nacionalismo griego, español, italiano y alemán, resurge por toda Europa. Se vuelve a hablar de leyes anti-inmigración. Se culpa a los extranjeros. Renace el chauvinismo y se vuelve a votar a los partidos nazis.
Fue un error buscar la unidad monetaria pensando que de ahí podría salir un sentimiento de unidad y de amistad sin tener en cuenta que, cuando las cosas van mal, la gente solo está dispuesta a hacer sacrificios para ayudar a sus verdaderos amigos. Los norteamericanos tienen una moneda única, es verdad, pero también comparten un proyecto común que va mucho más allá de la moneda o incluso de la economía: comparten los valores democráticos y una defensa infatigable de la libertad individual. Comparten el “sueño americano” de que todos los ciudadanos pueden triunfar en el país de la oportunidad. Comparten el amor por los colores rojo, azul y blanco de su bandera. Comparten el orgullo de su equipo olímpico. Comparten los logros de la carrera espacial y los viajes de la NASA. A nosotros, los europeos, los valores norteamericanos nos pueden parecer unos primitivos y cursis. Pero son unos valores que les unen. Y al estar unidos, nadie discute que una crisis financiera que afecta básicamente a New York o Texas sea tratada con el dinero de todos. La solidaridad no se practica con la fuerza de la obligación sino con el deseo de la voluntariedad. Y la voluntariedad no existe si no hay un sentimiento de pertenecer a un proyecto común que vaya más allá del dinero. Los líderes europeos pensaron que el proyecto común era el euro y el tiro les está saliendo por la culata.
Lo peor de todo es que volver atrás es mucho peor que seguir con el euro. ¡Si! Yo era de los que escribía en contra del euro en los años noventa (*)... pero una vez construido el euro, creo que sería un error abandonarlo. Los pánicos que se crearían en el proceso de transición conllevarían crisis financieras, quiebras, caídas del PIB y aumentos del paro hasta niveles nunca vistos. Es más, si los países con poca disciplina fiscal como España o Grecia de repente tuvieran su propia moneda de imprimir dinero, la inflación se dispararía y en pocos años el fantasma de las subidas masivas de precios, fantasma que hace 20 años que ha desaparecido, volvería a circular por España. Y la eliminación de ese fantasma comportaría graves crisis económicas las de los años setenta.
Al final de la cumbre del 29 de Junio, los líderes políticos europeos sorprendieron a todos los observadores (y aquí me incluyo yo), haciendo públicos unos acuerdos de calado que pueden representar el principio del fin de la crisis. Los acuerdos parecen indicar que finalmente quieren avanzar en la construcción de los fundamentos de la casa donde se debería haber colocado antes de poner el tejado del euro: unión bancaria, mercado único con más competencia en todos los sectores, unión fiscal que reduzca el poder fiscal de los estados, etc. Todo esto está muy bien, pero quizá sea demasiado tarde. Las divisiones estatales son ya muy profundas, hasta el punto que los acuerdos han sido vistos como una victoria de la periferia y una derrota de Alemania. No se ha percibido como una victoria de Europa. Y eso no presagia nada bueno porque todavía se tienen que escribir los detalles de la letra pequeña, y eso se tendrá que hacer con la pluma de una Alemania humillada y enfadada.
lunes, 2 de julio de 2012
Para no dejarse engañar por los catastrofistas climáticos
Uriarte publica dos libros en edición Kindle
sobre el "cambio climático"
sobre el "cambio climático"
En este libro sobre los Climas del pasado, Antón Uriarte ordena "en sucesión cronológica los cambios climáticos más significativos que han ocurrido en la Tierra desde sus orígenes hasta el siglo XX" e intenta plasmar los eventos climáticos más importantes acaecidos en nuestro planeta. También explica de la forma más sencilla "los diversos factores que han causado y causan los cambios climáticos". El libro consta de doce capítulos que abarcan desde el clima del Precámbrico hasta las variaciones del clima durante el último milenio.
El segundo libro, Clima reciente, que acaba de publicar, relata con la máxima sencillez posible "cómo afecta el cambio climático reciente a los diversos elementos del clima, desde las temperaturas hasta las precipitaciones, así como a otros elementos físicos terrestres como los hielos o el nivel de los mares ". El libro consta de ocho capítulos que van desde una explicación del calentamiento del siglo XX hasta una discusión sobre el papel del dióxido de carbono y de las emisiones humanas de otros gases invernadero.
Los dos libros del Antón Uriarte, que se pueden comprar en edición Kindle en Amazon, van destinados "a un público que quiere formarse una opinión sobre el debate social y científico del cambio climático, que tan importantes repercusiones tiene en las estrategias energéticas y políticas de las naciones".
Imprescindible
Entrevista a l'economista Arthur Laffer:
(...) P.- Lo primero que hizo Rajoy al llegar al Gobierno fue subir el IRPF...
R.- Un inmenso error. Inmenso. Que le pregunten a David Cameron si ésa es la vía. El Tesoro británico lo intentó también. No lograron más dinero, claro, pero sí una segunda recesión. Esa fórmula no funciona en ningún lado y no lo hará aquí. Merkel tiene razón.
P.- ¿Se lo va a decir usted al Gobierno?
R.- Desde luego, pero no hace falta que me escuchen a mí. Mire a los países que no han optado por los estímulos. Suiza, Suecia, Noruega... ni se han enterado de la Gran Recesión. En los dos últimos años de Bush, cuando los Demócratas se hicieron con el Congreso, el gasto del Gobierno pasó del 21% del PIB al 27%, sin generar resultados ni beneficios. Y aquí será igual. Yo ya soy mayor, pero me temo que llevaré mucho tiempo muerto antes de que en Europa veáis la recuperación. Aprendamos del pasado. En 1944, el gasto federal era del 48% del PIB en EEUU. En 1946 cayó al 15%. ¿Eso es un antiestímulo? Ja. Los economistas predijeron que volveríamos a los niveles de paro de la Gran Depresión. Que habría 9 o 10 millones de parados. Pues bien, no hubo ni tres. En 1944 y 1945 la producción se disparó. Los estándares de vida aumentaron increíblemente. Si esas son las recesiones que se producen sin estímulo, las quiero de nuevo.
P.- Usted fue asesor de Reagan y Thatcher, pero votó y elogia a Clinton.
R.- Durante los años de Clinton tuvimos unos resultados increíbles, espectaculares, porque bajó impuestos. Luego llegó George W. Bush y... Bush y Obama son lo mismo. Uno es un Demócrata malo y el otro era un Republicano malo. Obama representa todo lo que es bueno de América, pero todo lo que ha hecho está mal. Porque tiene la actitud de un profesor, de quien cree que nunca se equivoca y nunca rectifica. Los profesores son ideólogos de primera. Mire a Stiglitz o a Krugman. Los profesores son así porque no tienen que responsabilizarse de las consecuencias. Como los políticos. Dan discursos, se hacen ricos y firman libros, pero nunca rectifican.
P.- La UE exige a España que suba el IVA, lo que va contra sus propios principios.
R.- Es una equivocación y una locura irse al 20%. Miren lo que ya han conseguido con la subida anterior. ¿Les gusta el resultado? ¿Y van a subirlo todavía más? ¡No escuchen a Bruselas! La única receta posible es reducir los gastos del Gobierno hasta ajustarlos a los ingresos. Y cuando lo hayan conseguido, vuélvanlos a bajar. Ambos. Si pagas a la gente por no trabajar, no te puedes sorprender de que no trabajen. Quitas dinero a los que producen, se lo das a los que no lo hacen ¿y esperas que el paro baje? ¿Cómo? Seamos serios.
P.- Se puede pasar de un 8,9% de déficit a un 5,3% sin contraer la economía. ¿Cómo?
R.- Deme su Presupuesto, cinco minutos y un lápiz rojo y le digo cómo. ¿Efecto contractivo? Ya he puesto el caso de EEUU, pasando de un 48% de gasto a un 15% en dos años, y generando un crecimiento inmenso. Los estados que gastan demasiado convierten a sus ciudadanos en dependientes.
P.- Más de un millón de familias españolas no tienen ingresos y el paro es casi el 25%.
R.- Lógico. ¿Y si el paro llega al 95% todavía creerán que la receta es seguir pagando igual? ¿Más? Desde luego que hay gente a la que se le debe ayudar. El Estado debe encargarse de ellos. Pero si eres joven, listo y puedes trabajar, ¿por qué? Si haces pagar más impuestos a los ricos para dárselo a los pobres, lo que haces es tener más pobres. No hay nada malo en ser rico, pero hay algo intrínsecamente erróneo en ser pobre. ¿Por qué quieren los gobiernos hacer pobres a los ricos? Como decía Kennedy, el mejor Estado de Bienestar posible es un trabajo bien pagado.
P.- Si estuviese en el poder, ¿qué haría?
R.- Lo único que necesitamos son impuestos bajos y con un tipo único. Controlar el gasto, libre comercio, ahorros, reformas regulatorias y que el Gobierno se quite de en medio. Eso basta. Y desde luego nada de dar ayudas a los bancos arruinados. ¿Por qué están metiendo ustedes dinero bueno en bancos malos? Cuanto más se inyecta, más difícil es parar.
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