Adiós a Nihil Obstat | Hola a The Catalán Analyst





Después de 13 años de escribir en este blog prácticamente sin interrupción, hoy lo doy por clausurado. Esto no quiere decir que me haya jubilado de la red, sino que he pasado el relevo a otro blog que sigue la misma línea de Nihil Obstat. Se trata del blog The Catalán Analyst y de la cuenta de Twitter del mismo nombre: @CatalanAnalyst . Os los recomiendo.



Muchas gracias a todos por haberme seguido con tanta fidelidad durante todos estos años.


miércoles, 11 de junio de 2014

Lo que pasa en Irak no es la herencia de Bush sino el error de Obama

Hace unos días un general del ejército comunista chino decía que la política exterior de EE.UU. padecía de ‘disfunción eréctil’. Una buena metáfora para definir la política exterior de Obama que casi todo el mundo percibe. Sin embargo, esa impotencia de la pax americana no es algo inevitable sino algo querido. Obama, cuya única política ha consistido en hacer todo lo contrario que Bush, ha llevado a Estados Unidos a desaparecer de la escena internacional, abandonando a su suerte a los amigos y dejando el campo libre a sus enemigos.

Obama estuvo contra la guerra de Irak, lo cual es muy legítimo. Sin embargo, cuando ese opositor a la guerra llega al poder tiene que actuar con responsabilidad. Y no me refiero tanto a la responsabilidad con su propio país como con el país en el que se libró el conflicto. Justa o injusta, necesaria o innecesaria, la guerra de Irak se convirtió en el frente principal de la guerra contra Al Qaeda. En 15 dias se acabó con la amenaza de Saddam Hussein y se instauró una incipiente democracia que todavía resiste, pero la lucha contra el yihadismo islamista y sus aliados fue larga y difícil. Se necesitaron más de siete años para derrotar militarmente a Al Qaeda en Irak. Una derrota que para consolidarse requería de una permanencia militar norteamericana más prolongada en Iraq, como suplicaba Bagdad. Pero no, Obama sólo pensó en si mismo, y abandonó a los iraquíes a su suerte. Sufrieron una guerra cruel y ahora, por intereses políticos personales de Obama, han de seguir padeciéndola.

Al llegar a la Casa Blanca, Obama sólo se preocupó por desahcer lo que habia hecho Bush. Y lo primero fue salir de inmediato de Irak, lo que devolvió la esperanza a los yihadistas. Y lo segundo, fue abandonar a sus aliados árabes sin apoyar a las incipientes fuerzas democráticas que promovieron la primavera árabe. Esa inhibición fue fatal porqué envalentonó no sólo a los islamistas sino a todos los zares y mandarines del mundo. Putin se anexionó Crimea y está intentando partir Ucrania; China interfiere a su antojo en los países vecinos y Al Qaeda ha recompuesto su ejército en la sombra en África y el Oriente Próximo.

Sin embargo, para el imaginario colectivo, avivado por la internacional mediática, la culpa de todo esto sigue siendo de Bush y no de la disfunción eréctil de Obama.