Si hablamos abierta y públicamente del suicidio, ¿existe riesgo de contagio?Este es un tema que afecta especialmente a los medios de comunicación que, tradicionalmente, no publican noticias sobre suicidios con el argumento del efecto contagio. Esta suposición se basaba en pretendidos argumentos científicos, descreditados hace años. Más allá de la influencia romántica, la tesis doctoral de Paul Moreau de Tours - "De la Contagion du suicide" (1875) - y el posterior libro de Paul Abry - "La Contagion du meurtre" (1896) - influyeron decisivamente en la idea del contagio. Una idea que, vete a saber por qué, prendió fuerte. Tan fuerte que hace más de cien años que dura, aunque el padre de la sociología Émile Durkheim ya negara la plausibilidad de este efecto a finales del siglo XIX.
Sí que existe ese riesgo, pero los que se contagian ya están enfermos. Por oír hablar de suicidio nadie se quita la vida. Los beneficios de hablar sobre el suicidio son mucho mayores que los riesgos. Esa misma discusión existe en relación a la violencia de género. El hablar de ello que hace, ¿que crezcan los maltratadotes y maten más? ¿O es la manera de que ayudemos a las mujeres maltratadas? Las ventajas son muy superiores al riesgo.
Para más información, Arcadi Espada ha tratado el tema en diversas ocasiones.